Hoy es un vehículo de exposición, puro posibilismo técnico por parte del equipo de desarrollo de Volkswagen, pero cabe esperar que, quizá con pequeños cambios -como tal no saldrá a la venta, aclara la marca-, lo que es un prototipo con el nombre de ID.X Performance, en un futuro próximo llegue a la producción como ID.7 GTX.

Precisamente, la fase de preventa de esta berlina acaba de iniciarse recientemente en Alemania, mientras que en España en la web comercial de Volkswagen exclusivamente se dispone de información sobre ella a través de la versión de 286 CV (210 kW) y con hasta 620 km de autonomía con la batería de 77 kWh.

El difusor y el alerón trasero, ambos hechos en fibra de carbono, son los elementos que más diferencia aportan respecto al ID.7 en la parte posterior de este ID.X Performance

Usando así como punto de partida el ID.7 se han realizado en carbono tanto los difusores delantero como trasero, se aumentó la convergencia del eje delantero y, mediante muelles más cortos que también son más rígidos, se rebajó la altura de la carrocería 6 cm. El objetivo de estos cambios era conseguir mayor agilidad. Por otro lado, las llantas de 20" con tuerca central incorporan neumáticos de 265 mm de diámetro.

En la parte trasera, la modificación más expresiva es el alerón de fibra de carbono que debe asegurar la carga aerodinámica necesaria. De paso, los pilotos se oscurecen respecto a los usará el ID.7 de producción.

También se emplea la fibra de carbono como estructura de los dos asientos delanteros, dos bacquets, en tanto que inserciones en rojo en estos asientos, puertas, salpicadero o volante dan carácter diferencial al interior.

El interior se mantiene, prácticamente tal cual, como el del ID.7 de producción en esta versión deportiva.

En cuanto al sistema de propulsión se recurre a uno con doble motor, con uno de tipo síncrono de imanes permanentes en el eje trasero y otro asíncrono en el delantero. Este último puede trabajar durante cortos periodos de tiempo son sobrecarga y permite pérdidas por arrastre bajas, lo que le permite ser un óptimo motor de refuerzo. El par motriz lo controla un administrado que también hace la función de bloqueo de diferencial en eje trasero. Su trabajo se controla en la pantalla de 17" del salpicadero.

En cuanto a la potencia combinada de los dos motores alcanza 558 CV (411 kW), pudiéndose la batería -Volkswagen no ha dado datos de su capacidad pero la que lo es más de las que se emplean en la plataforma MEB es la de 82 kWh, con 77 utilizables- recargarse usando hasta 200 kW con corriente continua.