Si las señas de identidad del modelo anterior ya consiguieron una gran aceptación, ahora nos encontramos ante un vehículo todavía más atractivo que llega con la aureola de los títulos mundiales de pilotos y marcas conseguidos en el Mundial de Turismos WTCC la pasada temporada.

Las señas de identidad que caracterizan al nuevo Seat León se sintetizan, sobre todo, en el frontal y en la parte trasera. Además, su línea lateral se beneficia de las nuevas llantas y unos espejos retrovisores diferentes. Pero las novedades no se quedan en la línea exterior, sino que también en el interior encontramos multitud de mejoras y novedades que hacen del nuevo León un modelo mucho más apetecible.

El nuevo diseño combina líneas fluidas y elegantes con trazos más rectos que realzan la imagen de deportividad característica de los productos de la marca. Así, en la parte delantera destaca la nueva calandra con el logotipo de Seat de menores dimensiones y un arco cromado más estilizado. El nuevo parachoques delantero tiene trazos más rectos, destacando la parrilla de refrigeración, que ahora goza de forma trapezoidal. También son nuevos los faros, cuyas mayores dimensiones hacen visualmente mucho más afilado y ancho el frontal del León.

Pero quizás sea en la vista posterior donde mejor se adivinan las señas de identidad del nuevo León, ya que la luneta trasera es ahora más amplia y va de lado a lado del portón de nuevo diseño. Gracias a ella, además, se consigue una notable mejora de visibilidad trasera. También son nuevos los pilotos, el logo de dimensiones más reducidas y el parachoques, con trazos más rectos.

La paleta de colores también ha sido modificada, dando entrada a nuevas tonalidades como el nimbus grey. Además, se pone a disposición de la clientela los denominados custom colours, como el color kiwi o el lumina orange.