Vuelve Lancia al candelero. Y lo hace con un coche con el nombre del mismo modelo, el único de hecho, con el que se ha mantenido comercialmente viva a lo largo de los últimos años: el Ypsilon.

Desde el lanzamiento de éste en 2004. un utilitario que ha contado con dos generaciones previas -, la primera desarrollada a partir de la base compartida con los Fiat Punto, la segunda de los 500-, Lancia no había registrado el nuevo lanzamiento de ningún coche.

Ahora lo hace del tercer Ypsilon como primera piedra de una refundación que también contempla, por ejemplo, el desarrollo de un futuro Delta o, por primera vez en la marca, un SUV.

Crece el Ypsilon en esta generación respecto a su predecesora y hasta alcanzar un tamaño mayor al que tenía en Delta en sus años dorados.

Eso sí, ya con una total integración dentro del grupo Stellantis, lo que llevará a que este utilitario de 4,08 m de largo y que aspira a ser un rival directo de los Mini, por ejemplo, emplee la plataforma Common Modular Plattform (CMP). Es la misma a la que ya recurren Peugeot 208 u Opel Corsa, entre los coches de menor tamaño; aunque también base de los Citroën C4, DS 3 Crossback, Jeep Avenger, Opel Mokka o Peugeot 2008.

Lancia vuelve a fabricarse en España

Como los utilitarios de Opel y Peugeot, el de Lancia se construirá en la planta de Figueruelas (Zaragoza) de Stellantis, aunque no será la primera vez que un coche de esta marca lleve el marchamo de "made in Spain": entre 1979 y 1980, nada más ser adquirida por Seat -por aquellos tiempos en fase de "separación" con Fiat-, en la fábrica de Landaben (Navarra) se ensamblaban los Lancia Beta Coupé y HPE. Se trabajaba en esa factoría aledaña a Pamplona con carrocería traídas de Italia, motores desarollados por Seat y el resto de componentes de origen nacional.

Muy característica es la firma lumínica que tendrá el nuevo Ypsilon, combinando sus faros con tiras de leds horizontales y verticales.

El Ypsilon se lanza en Italia con una serie especial de 1.906 unidades, rememorando así el año de puesta en marcha de la marca, con el apellido de Edizione Limitata Cassina. En ella, como su denominación indica, colabora Cassina, una empresa dedicada desde 1927 al diseño y fabricación de muebles de alto standing.

Cuando el Ypsilon llegue a España, lo que ocurrirá a finales de año tras la preventa al término del verano, también dispondrá de este nivel de acabado, pero ya sin que se trate de una serie limitada a un número concreto de unidades.

Las puertas traseras tienen sus tiradores integrados en el pilar C, de modo que quedan muy camuflados.

Microhíbrido o eléctrico

También se conoce ya que tendrá inicialmente dos variantes mecánicas: la que utiliza como base el 1.2 tricilíndrico con arquitectura eléctrica de 48 voltios y 100 CV; y la que recurre a un motor eléctrico de 156 CV (115 kW), alimentado por una batería de iones de litio de 51 kWh y, así, con una autonomía de 403 km.

Como corresponde a un coche que pretende codearse con lo más selecto del segmento de los utilitarios, el Ypsilon también tendrá una variante eléctrica de 240 CV (176 CV) con un apellido mítico para los aficionados de la marca: HF, el que recibían las unidades más vitaminadas de los Delta en los años 80 y 90. En este caso, el sistema de propulsión eléctrico sería, por tanto, compartido con el recientemente anunciado Abarth 600e Scorpionissima.

El maletero de la versión eléctrica tendrá una capacidad de 309 litros por los 352 de la microhíbrida.

En el Ypsilon se caracteriza por una carrocería de cinco puertas y tres puntos de iluminación en sus faros, como también cuenta con otras tres líneas en el frontal: Lancia lo define como un cáliz de luz. En la trasera los pilotos circulares full-led son una evocación a uno de los modelos más icónicos por sus participaciones en los rallies, los Stratos. Las llantas son de 17".

El interior es del mismo color de la carrocería, azul como el del escudo de la marca, usándose en puertas, tapizado de asientos -con regulaciones eléctricas, calefactado y función de masaje- o salpicadero. En éste último, y por debajo de una pantalla central con el sistema de infoentretenimiento con el sistema operativo SALA (Sound Air Light Augmentation) de 10,25" -el mismo tamaño que la de la instrumentación- se sitúa una mesa, obra de Cassina.

Doble pantalla para el Ypsilon que tendrá, como elemento característico, esa superficie en la zona central desarrollada por Cassina.

Este tavolino está fabricado con plástico de base biológica y tapicería de cuero ofrece el cargador inalámbrico para el teléfono móvil. Asimismo se utiliza un material producido con hilo reciclado al ciento por ciento para la tapicería acanalada y con apariencia de terciopelo de los asientos.

La tapicería es del mismo color que la carrocería o que el escudo de Lancia en esta edición especial.

Por el momento no hay precio definido para el Ypsilon en el mercado español, aunque Lancia sí ha fijado para el italiano un plan con un pago inicial de 9.800 euros que incluye cuotas mensuales de 200 durante 35 meses para la versión eléctrica. Es decir, 16.800 a los que habría que sumar una última cuota de 22.854 euros: es decir, un total de 39.654 euros con financiación que puede servir de referencia para hacerse una idea de lo que costará el Ypsilon Cassina eléctrico en España.

El espacio habitable se corresponderá con el esperable en un utilitario de carrocería generosa.

Aquí se pondrá a la venta, tras hacerlo en Italia, Bélgica y Países Bajos, en 16 concesionarios designados en las principales ciudades españolas, siempre dentro de 2024; aunque también se podrá efectuar buena parte del proceso de compra a través de Internet.