El EP4 nunca llegará a la producción en serie. Es un coche realizado a partir de una unidad de un NSU Prinz 4 de 1971 por un equipo de aprendices de Audi de la planta de Neckarsulm (Alemania). De hecho es lo que se llama un electromod, un vehículo restaurado y modificado para que funcione como un coche eléctrico.

Ejemplos de electromods hay unos cuantos, como es el caso del Manta GSE ElektroMod puesto al día por Opel hace un par de años o los realizados por Mini a partir de sus modelos más clásicos, por ejemplo.

La modernización afecta a prácticamente todos los elementos de la carrocería.

El EP4 llega de la mano de Audi y tuvo como punto de partida una unidad con zonas de óxido que fue lo primero que se corrigió, mientras que se procedió a pintarla con dos tonos y la inscripción 150 en referencia al cumpleaños de la marca.

Simultáneamente, se inició el trabajo en la cadena cinemática, suspensiones y batería. Se trataba de sustituir el motor bicilíndrico de 30 CV situado en la parte posterior por uno de 240 CV (176 kW) "donado" por un Audi e-tron de 2020 y que estaría alimentado por una batería de un Q7 TFSIe quattro híbrido enchufable, adaptada por tanto al tamaño disponible en este sedán.

Del NSU Prinz P4 al EP4 hay más de 50 años de diferencia y un largo trabajo de reconstrucción.

De hecho, la batería de 17,3 kWh de capacidad se situó bajo el capó delantero, una pieza reconstruida en fibra de carbono, en el lugar que ocupaba el depósito de combustible; mientras que para facilitar la refrigeración del motor y el resto de componentes relativos al sistema eléctrico se dotó al portón trasero de una posición en la que puede fijarse semiabierto, al estilo de los coches de carreras de los años 70.

El proyecto ha corrido a cargo de un equipo de doce aprendices de la factoría de Neckarsulm.

En el interior, una jaula antivuelco crea un ambiente de carreras en el que los ocupantes se sientan en bacquets Recaro Podium, mientras que la instrumentación se reduce a una pantalla.