Un total de 204 personas fallecieron en España en el año 2021 víctimas de algún incendio. Una gran mayoría, hasta 152 personas, perecieron en siniestros de viviendas. La estadística, además, sitúa a Andalucía en un lugar destacado en número de víctimas, pues un total de 56, casi una cuarta parte de la cifra estatal, se produjeron en la comunidad autónoma andaluza. Son datos del Estudio de Víctimas de Incendios que la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB) llevan elaborando desde hace más de dos décadas y cuyos últimos resultados conocidos, los citados de 2021, hacen ver la necesidad de formar a la sociedad en la prevención de incendios. Y ese es el objetivo de la Semana de la Prevención de Incendios que se celebrará en Cádiz del 30 de noviembre al 2 de diciembre, en la plaza de España, y que está destinada a escolares y ciudadanía en general.

La Fundación Mapfre y el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz serán los organizadores de esta iniciativa que también suma los esfuerzos institucionales del Ayuntamiento de Cádiz y de la Diputación Provincial. Casi mil escolares de centros gaditanos, alumnos de 5º de Primaria y de 4º de Secundaria, pasarán por el Parque de la Prevención, que así se llama la estructura que se levantará en la plaza de España, los días 30 de noviembre y 1 de diciembre para participar en talleres sobre prevención de incendios y primeros auxilios. Medidas de autoprotección que se mostrarán a la ciudadanía en general el sábado día 2, cuando habrá también un simulacro de accidente de tráfico con la intervención de los bomberos gaditanos.

Serán 18 centros educativos de la capital gaditana los que participen en estos talleres, con 489 alumnos de Primaria y 371 de Secundaria. Los estudiantes recibirán, además de la formación práctica sobre el terreno, material en forma de dípticos y publicaciones para comprender mejor cómo actuar ante un incendio, ya sea en una vivienda o en cualquier otro edificio o espacio público.

Una de las actividades más llamativa será un castillo hinchable que simula una casa y que se llenará de humo inocuo. Los chavales tendrán que entrar salir de esta casa ficticia eludiendo los riesgos de las zonas con humo y según las instrucciones que han recibido momentos antes en los talleres formativos. Se trata de una experiencia "impactante" que los menores empiezan con temor pero de la que salen sorprendidos por su utilidad, según ha explicado esta mañana a la prensa Marilia Murciano, responsable de la Fundación Mapfre y encargada de representar a la entidad ante de los medios de comunicación.

Ella ha sido también la encargada de comunicar los datos del ya citado Estudio de Víctimas de Incendios, con esas preocupantes cifras (los 204 muertos de 2021 en España) que arrojan además otros datos inquietantes: dos tercios de las víctimas perecieron por intoxicación e inhalación de humo y más de la mitad (alrededor del 66%) fueron personas mayores de 64 años, un colectivo vulnerable en el que también se incluyen los menores de edad y las personas con discapacidad.

Es el análisis de estos datos el que lleva a la Fundación Mapfre a insistir en el tema de la prevención, donde se encuadra esta iniciativa que se celebrará en Cádiz por primera vez y que, según el presidente del Consorcio de Bomberos, José Ortiz, se quiere llevar en ediciones posteriores a otras localidades de la provincia gaditana. También José Manuel Verdulla, concejal de Educación en el consistorio de la capital, ha apostado por valorar estas jornadas desde el punto de vista de "las ventajas de la prevención" para concienciar a la población sobre cómo comportarse en caso de incendio.

El intendente jefe de la zona de la Bahía de Cádiz del Consorcio de Bomberos, Ignacio Martínez, ha expresado su satisfacción por unas jornadas que permitirán al Cuerpo mostrar a escolares y ciudadanos el trabajo que realiza. Y ha dejado también una petición a las autoridades españolas: la urgencia de arrimarse a la legislación europea en el tema de los detectores de humo en vivienda. "Cada vez son más los países -explica Martínez- que exigen esta instalación en las viviendas. Es algo sencillo que salva vidas con un coste muy pequeño".