El vuelo de Leforestier

Sólo fueron nueve minutos, pero suficientes para crear una gran expectación. El primer vuelo sobre el cielo de Huelva lo realizó el francés Georges Leforestier. El año pasado se cumplió su centenario y en este lo volvemos a recordar en la misma semana que se celebra la Fiesta de al Cinta, cuando tuvo lugar aquel vuelo como un espectáculo aéreo al que acudieron cientos de personas al improvisado aeródromo entre las marismas del Polvorín y el Rincón . El éxito de aquel vuelo del 1 de septiembre de 1911 se convirtió en tristeza. En vuelto en la tragedia el día 4, cuando al intentar surcar de nuevo el cielo de Huelva, sustituyendo a un compañero, se precipitó al suelo nada más intentar ascender por las inclemencia del tiempo.

Leforestier falleció en el acto carbonizado, la noticia sobrevaloró toda Huelva y la conmoción fue generalizada. Los periódicos locales con ediciones especiales y un tratamiento informativo inusual en aquella época, con todo lujo de detalles. La prensa nacional también se hizo eco de la noticia con ilustrativo material gráfico. El entierro de Leforestier constituyó todo un acontecimiento comparable sólo con los entierros de Antonio Mora Claros o Manolito Báez 'Litri'. La ciudad estaba muy sensibilizada. Aquel espectáculo aéreo en un principio lo promovió la Asociación de la Prensa de Huelva, pero el Ayuntamiento no consideró oportuno que tal acontecimiento lo protagonizara este colectivo. Así que lo asume el propio Ayuntamiento y la Asociación de Caridad, a beneficio de esta institución.

Aquel primer vuelo sobre Huelva quedó grabado en la historia local. El pasado año lo desempolvamos en Huelva Información y hoy podemos decir que la lápida de la sepultura Georges Leforestier ha sido reparada, el deterioro era evidente como en esta páginas se denunció. El Ayuntamiento de Huelva, que en su día había cedido a perpetuidad la sepultura, procedió a su arreglo a través de la Delegación de Infraestructura, de la que es responsable el teniente alcalde Felipe Arias. Hoy se ha dignificado como visita histórica en el cementerio de Huelva.

Leforestier se elevó a las 19:25 del 1 de septiembre, arrancando hacia el lado izquierdo, comenzando una vuelta por elevación gradual, cruzando sobre El Rincón y la carretera de Sevilla, pasando por el santuario de la Cinta, momento que logró la mayor altura, aproximadamente 450 metros. Siguió sobre el barrio de San Sebastián hasta la plaza de la Merced, completando el vuelo cruzando la Alameda Sundheim hacia el campo de aviación. El piloto fue aclamado por el público. Huelva volvía a dar un paso más en sus muchas aspiraciones; era una de las pocas ciudades de España que había tenido una Fiesta de la Aviación. En lo lúdico contaba con una plaza de toros y un recién estrenado Teatro Mora acorde con las necesidades de una ciudad que quería progresar en todos los niveles.

Un año después de este centenario, el Aeroclub Huelva sigue en su empeño de testimoniar el recuerdo de aquel primer vuelo, lo mismo que en su día había un monolito junto a las vías del tren donde se recordaba su fatal caída en la que perdió la vida. La propuesta está hecha al Ayuntamiento de Huelva, para que la rotonda de Tráfico Pesado y Campos de Montiel lleve el nombre de Georges Leforestier y se levante en ella un monumento en recuerdo de aquel acontecimiento aéreo que forma parte de la historia local. Está el compromiso del Aeroclub para hacerlo posible, hay buena acogida y hacen falta algunos encuentros para ver la posibilidad real de ejecución. El Ayuntamiento tiene la palabra.