Una voz flamenca nacida en la mina

De Rafael Prada, cantaor riotinteño, podríamos decir muchas cosas pero la más importante es que se ha abierto camino en la vida a base de tesón, fe y una confianza en sí mismo con el apoyo incondicional de sus padres Pilar y Andrés. Su niñez no fue fácil pues la vida le jugó una mala pasada pero la superó, siendo ejemplo para propios y extraños. Nacido en Minas de Riotinto en 1972, descendiente de familia minera, es el último de la generación Prada que saboreó los sinsabores de la mina. Su tío Felipe "me despertó la afición cuando me entonaba cantes de Tomás Pavón, Manuel Torres y el Mojama, entre otros", reconoce el artista. De ahí que a los 6 años se estrenara en un escenario en su colegio interpretando tangos flamencos. Sus padres le transmitieron el gusanillo del fandango de Huelva, dando su fruto muy pronto. Fue en 2002 cuando ganó el primer premio al mejor fandango de Huelva y otros tantos en varios pueblos de la provincia.

Buen conocedor también de los cantes del gran maestro Camarón de la Isla, y con su estilo propio, Rafael ha realizado galas por toda la geografía Española. Asimismo, ha hecho giras flamencas con la Federación de Peñas Onubenses, llevando su arte a las peñas de la provincia. En televisión se le ha visto con Juan Imedio y ha trabajado durante 2 años para Producciones Melodi Ayamonte cantando.

Su participación se hace notar como actor flamenco en la película del director de cine Antonio Cuadri El corazón de la tierra, tocando y cantando unos estribillos de bulerías y fandangos de la Niña de los Peines. Se ha perfeccionado dando clases con el maestro Arcángel y hoy día Rafael es profesor de su propia academia, Arcano. Junto a Manuel Fernández Flores da vida a la obra Inmemorian a Camarón.

Su obra más reciente nace cuando Manuel Fernández le escribe unos versos que, junto a Pedro Sierra, los interpreta con una música propia que rinde tributo a sus arraigados sentimientos mineros, dando así vida a la obra discográfica Sangre de Cobre.