La voz flamenca más joven del pueblo de Moguer

Así conocen en su pueblo natal a esta pequeña, que con apenas nueve años y levantando poco más de metro y medio del suelo, se está convirtiendo en uno de los rostros y voces más conocidas de la provincia. Y no es de extrañar, porque a Pilar Bogado no se le resiste ningún palo, hasta saetas ha cantado. Testigos han sido varias hermandades de la capital, entre ellas la de la Victoria.

Pilar ya canturreaba antes casi de aprender a hablar, pero con seis años sus padres, Pilar (moguereña) y José Antonio (palermo), la llevaron a iniciarse a la academia de Amparo Correa donde aprendió los estilos del fandango y otros palos del flamenco. "Me gusta cantar de todo, pero los tangos y las bulerías son mis preferidos", cuenta. Sin embargo, el cante por Huelva tampoco debe dársele nada mal cuando, en tan poco tiempo, ha conseguido tantos éxitos en festivales de la provincia: primer premio del concurso de fandangos Paco Toronjo de Alosno 2007, segundo en el de La Orden 2007 y segundo en el de Paterna del Campo de este año.

Además, su participación y clasificación como finalista en el concurso de jóvenes prodigios Veo, Veo la han hecho muy conocida entre los pequeños. "Mis amigos del cole me ven también en Menuda Noche y en El Musical de Canal Sur y me dicen que les dedique mi cante a ellos", explica inquieta y contenta Pilar, que tiene entre los propios profesores de su centro a grandes seguidores.

Ella lo tiene claro: de mayor quiere ser cantaora y llegar lo más lejos posible. Para eso ya ha dado el salto a la sevillana Fundación Cristina Heeren, de la que tantos grandes artistas han salido.

Sus padres tienen siempre a mano la bolsa de viaje. Y es que Pilar no para. En pocos días ha recorrido media provincia: Villarrasa, La Granada de Riotinto, Beas, Cartaya, San Bartolomé de la Torre… Tanto ajetreo le ha hecho rechazar muchas ofertas para cantar fuera, pero a la hora de elegir lo tienen claro: "nuestra provincia es lo primero", dicen Pilar y José Antonio.

La pequeña posee ilusión, ganas y atesora una voz, dicen, impropia para su edad.