El viento y el fuerte oleaje dejan en puerto a más de 300 barcos en plena campaña de Navidad

El patrón mayor de la Cofradía de Isla Cristina, Mariano García, lamentó ayer que el parón en la producción por culpa del temporal de lluvia y viento que afecta al Golfo de Cádiz, ha llegado "en un momento en que la pesca tiene un valor añadido". García recordó que "en estos días, la pesca tiene un valor añadido por ser fiestas navideñas, y estos días se pueden recuperar las pérdidas del año, pero lamentablemente no hemos podido salir". "La gamba que se vende a 14 euros, últimamente se vendía a más de 30, por lo que no salir a faenar supone unas pérdidas importantes", sentenció.

En la jornada de ayer, tan sólo un 10% de la flota onubense de arrastre salió a faenar, si bien la lluvia y el viento hicieron que regresaran mucho antes de los previsto y apenas sin capturas.

El presidente de la Asociación de Armadores de Lepe, Antonio Carro, señaló que "no merece la pena el riesgo que hay que correr en la mar para apenas capturar", y él mismo fue uno de los que ayer se aventuró a salir con su barco, pero "nos hemos vuelto, el viento y la lluvia hacen muy complicado el trabajo y no nos lo hace rentable".

En otros puertos onubenses, como el de Punta Umbría, también está en torno al 10% las embarcaciones que salieron a la mar, sólo de la modalidad de arrastre, ya que con este tiempo otras modalidades como la artesanal o la de la chirla ni se plantean trabajar.

La flota artesanal y de arrastre de la provincia de Huelva se localiza, principalmente, en las localidades de Punta Umbría, Isla Cristina, Ayamonte y Lepe, y está formada por unas 140 embarcaciones de arrastre y más de 200 artesanales. El colectivo que ha facilitado cifras de pérdidas son los armadores de Lepe. Esta Asociación calcula en 900.000 euros entre mercancías y jornales las pérdidas acumuladas después de una semana de parada forzosa. Los pescadores pedirán a la Junta que la parada biológica se retrase a febrero en vez del 15 de enero.