Una vida compartida entre la familia y la Refinería de La Rábida

La Refinería La Rábida ha sido para Juan Manuel Díaz Cabrera, después de su familia, lo más importante. Una planta industrial que conoció con poco tamaño y ha podido contemplar los proyectos cómo se han ido terminando.

Bajo su dirección la Refinería La Rábida ha cambiado sustancialmente, pasando de procesar dos millones de toneladas de crudo al año a cinco, convirtiéndose, por su evolución permanente y su apuesta de futuro, en uno de los centros industriales más modernos y avanzados tecnológicamente de Europa, capaz de atender las demandas y las exigencias de un mercado cada día más riguroso. Hoy la Refinería es en Andalucía un referente por su política de gestión, una apuesta por las personas y por la mejora continua, y por su política de responsabilidad social y corporativa, por su nivel de calidad y competitividad, por sus estándares de seguridad. Destacando el actual proyecto de Ampliación de Capacidad de Producción de Destilados Medios y Cogeneración 2 con una cifra de inversión histórica en Huelva y Andalucía de 1.250 millones de euros. En este tiempo la Refinería ha obtenido diversos e importantes reconocimientos, entre los que destacan el Premio Andaluz a la Excelencia Empresaria, concedido por la Junta de Andalucía en 2002; la Medalla de Oro de la Ciudad de Palos de la Frontera, en 2003; el Premio Nacional de Medio Ambiente Expansión Garrigues-Walker; la Medalla de la Provincia, en 2004 por la Diputación Provincial, la obtención del 'Nivel de Excelencia Reconocida', en 2004, y finalista del Premio Europeo a la Calidad EFQM, en 2006 o la Medalla de la Ciudad de Huelva, en 2005.

Los más de cuarenta años en Huelva le ha llevado a convertirse en un onubense más vinculado a la vida social, económica y cultural de la provincia que le ha proporcionado el reconocimiento personal con la Medalla de Oro de Palos y en lo profesional con el premio Fundación García Cabrerizo del CSIC.