Huelva

Las ventas del Mercado han subido hasta un 30% desde la inauguración

  • Algunos detallistas han recuperado clientes que hace más de una década habían cambiado la antigua plaza de abastos por las grandes superficies comerciales

Viento en popa. En el ciclo de la plaza de abastos, junto a la tradicional cuesta de enero, febrero suele ser el peor de los meses en el promedio de ventas de los 186 minoristas, si bien el colectivo ha logrado remontar entre un 20 y un 30% desde que el pasado día 9 se abriera al público el nuevo Mercado del Carmen, según la estimación general del presidente de la asociación de detallistas, Pedro Nieto.

Con una respuesta multitudinaria, el estreno de estas instalaciones ha supuesto un hito sin precedentes después de 30 años de reivindicaciones y gestiones de los comerciantes, un punto de inflexión que ha convertido el barrio de Pescadería en zona de confluencia social y ha remozado el escaparate de lo que el Ayuntamiento ha inaugurado como Palacio de la Gastronomía Onubense.

"Han vuelto clientes que llevaban más de diez años sin venir por las condiciones en las que se encontraba la antigua plaza de abastos -señala el portavoz de los comerciantes-. El público no vive de la nostalgia, sino que busca comodidad a la hora de comprar. A algunos carniceros les ha ido muy bien desde que nos trasladamos. Hay puestos en los que se han duplicado las ventas [en el bar Casa Miguel hablan de incrementos de entre el 50 y el 70%, dependiendo de los días], aunque la cosa varía mucho de unos a otros -prosigue Nieto- y hay detallistas que todavía no han notado un avance porque en su caso requieren más margen de adaptación y hay que esperar a que la clientela se habitúe a las nuevas ubicaciones".

En esta misma línea, el vocal representante de los detallistas de pescado, José Antonio Márquez, apunta a un incremento de las ventas, condicionado, no obstante a que "la gente se vaya adaptando a la distribución". De hecho, el Ayuntamiento está preparando los rótulos con el nombre de las ocho calles en las que se vertebra el edificio, facilitando así la localización de los minoristas.

Por su parte, José Moreno Moya, en calidad de responsable de los puestos de fruta y verdura, advierte que "tenemos en Huelva un mercado con bastante futuro y a medio plazo podríamos ver un incremento importante de las ventas. Desde el primer día he visto el traslado muy positivo para los detallistas -señala-; claro está que no estamos precisamente en el mejor momento, con el agravante de la crisis". Fali Quintero comparte representación con Moreno en este mismo sector, dando cuenta, en lo que ha su puesto respecta, de "un balance 100% positivo, ya que no sólo han venido los clientes tradicionales de allí, sino que se ha logrado captar a gente nueva. Todo el mundo viene a darnos la enhorabuena por las instalaciones y el servicio. Esto es la noche y el día respecto a la plaza anterior y empezar a abrir la tarde de los jueves ha sido un gran acierto. Nos ha ido bastante bien." De esto último discrepa el vocal responsable de los puestos de carne, Luis Soriano Márquez, defensor del horario matinal "de toda la vida", costumbre que a su juicio diferencia la cultura tradicional del mercado de las grandes superficies comerciales. Con el cambio, Soriano celebra la "gran afluencia de público" y la aceptación que ha supuesto en "limpieza y comodidad".

Con todo, en la variación de las ventas hay que tener en cuenta también que la oferta comercial se amplía en torno a un 18% respecto a la etapa final de la antigua plaza de abastos, donde ya sólo quedaban activos 160 puestos frente a los 189 que aglutina el moderno edificio de Pescadería, con una superficie construida de 30.000 metros cuadrados, 61 puestos de pescado; 49 de carnes y chacinas; 46 de fruta y verduras; y 33 dedicados a varios (pastelería, panaderías, churros, flores, estanco, golosinas y cafetería). Sólo tres puestos siguen pendientes de apertura.

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