El trasvase más lento del Guadiana al Condado

Hace dos décadas, se difundía la posibilidad de que el acuífero de Doñana recibiese un aporte externo desde el Chanza. Diez años más tarde, los alcaldes animaban al Gobierno central a aprobar un trasvase entre las cuencas del Guadalquivir y el Guadiana, necesario para garantizar el agua de riego en los pueblos del entorno de Doñana. Y en 2009, el denominado trasvase del Condado, en diferentes condiciones a las planteadas inicialmente pero todavía reivindicado por alcaldes y agricultores, continúa siendo una obra pendiente en la provincia.

El proyecto del trasvase al Condado parte pues de una antigua reivindicación de los municipios de Doñana: garantizar el agua superficial para los cultivos de forma que se puedan disminuir las extracciones del acuífero Almonte-Marismas, antes acuífero 27, el encargado de suministrar al Parque Nacional. Hace una década, la Junta de Andalucía incluía dicho trasvase en el Plan Director de Infraestructuras como una transferencia de 200 hectómetros cúbicos de agua entre la cuenca del Guadiana y el tramo inferior del Guadalquivir, que se transformarían en una primera fase de 150 hectómetros a la zona del Condado y una segunda fase posterior. La Junta reivindicaba y el PP onubense apoyaba la idea del trasvase, pero alertando de la internacionalidad del río Guadiana y la necesidad de contar con el acuerdo de Portugal.

La propuesta siguió avanzando en el tiempo y la reivindicación socialista (el trasvase tenía que ser aprobado por el Gobierno central del PP, que advertía que no estaba en su planificación) se convirtió en la petición de 60 hectómetros cúbicos de agua de la cuenca del Guadiana para el Condado onubense, con la finalidad de consolidar hasta 5.000 hectáreas de regadío. Sindicatos, empresarios y municipios, impulsadospor la Mancomunidad de Desarrollo del Condado (presidida por Juan Márquez) creaban una plataforma para reclamar el trasvase, que realizaba distintos actos reivindicativos. Y en la campaña electoral de 2004, el PSOE editaba un díptico en el que se comprometía a iniciar la transferencia de agua antes de final de 2005.

El Gobierno cambiaba y la polémica del trasvase pasó entonces al lado socialista. Pero no sería hasta febrero de 2008 cuando el Consejo de Ministros autorizaba una transferencia de 4,99 hectómetros cúbicos (el máximo que podía acordar este órgano) con la finalidad de asegurar el suministro al Condado y , con el agua restante, consolidar los regadíos del Condado. Hoy, la primera fase de la obra todavía está en proyecto y se espera que pueda licitarse este año. Para cuando se finalice la obra, habrán pasado dos décadas desde que se propusiera.