El tráfico se reconfigura mañana por las obras en Padre Marchena

El Ayuntamiento de Huelva, a través de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, va a poner en marcha a partir de mañana un cambio de tráfico en la zona centro de la ciudad, que afectará principalmente a las calles San Salvador, Fernando El Católico y Padre Marchena, como consecuencia de las obras de consolidación del pavimento en esta última.

Según informó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Tráfico, Enrique Gaviño, "la actuación que el Consistorio va a realizar en el último tramo de la calle Padre Marchena y, como consecuencia, el cierre al tráfico de esta vía, nos obliga a reorganizar la circulación de la toda la zona mientras duren los trabajos, así como las salidas y entradas a garajes y la parada de taxis ubicada en este calle".

De esta manera, a partir de mañana los vehículos procedentes de la calle Palos y Fernando El Católico que se dirijan a la Plaza de El Punto, tendrán que bajar por la calle San Salvador, que quedará limpia de coches estacionados, para continuar después por la Gran Vía.

Sólo tendrán acceso por la calle Fernando El Católico los vehículos que vayan a acceder a los garajes y al parking de la Casa Colón.

La salida de los garajes y estacionamientos privados situados en la calle Fernando El Católico y en Padre Marchena se hará a través de las calles Arquitecto Monis, calle Diego Díaz Hierro y San Salvador hacia Gran Vía.

De otra parte, la parada de taxis situada en la calle Padre Marchena se trasladará durante la próxima quincena a la Plaza de El Punto, frente a la Casa Colón.

Los cambios están previstos que se mantengan toda la segunda quincena de agosto. Durante este periodo, el Ayuntamiento onubense, a través de la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Públicos, va a llevar a cabo una reparación del pavimento del tramo final de la calle Padre Marchena, donde se sitúa el paso de peatones.

Con esta actuación, que afecta a unos 64 metros cuadrados de la citada vía, se pretenden resolver de manera definitiva los problemas de hundimiento de una zona que ya había sido reparada en sucesivas ocasiones, por lo que dotarán a la base del terreno de una mayor solidez que le permita soportar el tráfico rodado de una vez por todas.