The Brightsides: la luz que se cuela por las grietas del rock

Un sonido fresco y valiente que mezcla rock, funk, pop y disco para encender una escena necesitada de aire nuevo

The Brightsides, durante un concierto. / M. G.

Huelva necesitaba un chispazo. No de distorsión, sino de color. Y ese chispazo bien puede llamarse The Brightsides. En un panorama donde el metal y el hard rock han marcado la carretera principal, esta banda ha decidido coger la salida hacia un camino que casi nadie estaba transitando: un territorio donde el rock se mezcla con funk, pop, disco y hasta con electrónica sin complejos ni miedo a salirse del molde. Tenía que pasar tarde o temprano. Y ha pasado ahora, justo cuando más falta hacía.

Porque escuchar a The Brightsides es, sencillamente, respirar aire fresco. No el aire recalentado de repetir fórmulas conocidas, sino el de una banda que ha entendido que la música puede ser muchas cosas a la vez sin perder identidad. Que un riff puede ser rockero sin ser previsible, que una línea vocal puede ser pop sin caer en lo básico, que una base rítmica puede hacerte mover los pies antes que la cabeza. Quizás por eso, cuando escuché por primera vez Feel the drop, tuve una reacción muy clara: “¡Por fin!”. Por fin una banda que apuesta por la mezcla, por el riesgo, por la intención de hacer que la gente baile, sonría y sienta que las etiquetas están sobrevaloradas.

Los componentes de la banda. / M. G.

The Brightsides son Dani Camargo (voz y teclados), Edu Castilla (guitarra), Jesús Perea (bajo) y Pedro Millán (batería). Y juntos han creado una fórmula propia: canciones bien construidas, pulidas, con estribillos que funcionan a la primera escucha, pero con arreglos que descubren capas nuevas en cada vuelta. Si el rock es la base, el resto es pura libertad. Hay funk, hay disco, hay pop moderno, hay electrónica discreta pero bien usada. Hay riffs rítmicos y bailables, líneas de bajo con verdadero protagonismo, baterías que empujan sin sonar obvias y una voz privilegiada, la de Dani, que sostiene todo el edificio con una facilidad pasmosa.

La entrada de Feel the drop parece guiñarle un ojo al espíritu de los 90, con un aroma lejano a ese riff universal de Smells Like Teen Spirit, pero el homenaje se esfuma enseguida porque el tema toma su propio camino y te mete de lleno en un chute de energía luminosa. Es un single hecho para brillar en directo, para sonar en festivales, para enganchar a públicos distintos. Tiene ese equilibrio tan complicado de lograr entre accesible y sofisticado. Una canción que se mueve sola, que te arrastra sin pedir permiso.

Un concierto de The Brightsides. / M. G.

Meses antes lanzaron Alive and free, un tema de alma funk y actitud pop-rock que demuestra que esta banda tiene muchas más cartas en la baraja. Esa guitarra rítmica a lo Nile Rodgers, ese estribillo cantable, esa producción elegante… por momentos aparecen reflejos de Arctic Monkeys, de The Strokes, de Daft Punk o incluso de Pharrell Williams, pero siempre como referencias lejanas. Lo que hacen The Brightsides no es copiar, sino absorber, filtrar y traducirlo todo a su propio lenguaje.

Y lo hacen con una naturalidad que sorprende. Quizás porque para ellos esto no es un experimento raro, sino una necesidad artística. Son músicos que han entendido que quedarse siempre en lo mismo es estancarse. Que repetir lo ya hecho aporta poco. Que la música es un espacio inmenso en el que merece la pena explorar. Algo que comparto profundamente. Y quizá por eso conecto tanto con lo que están construyendo: porque siento que hablan el mismo idioma creativo que siempre he defendido. Ese que dice que más vale una banda valiente que una banda cómoda.

En lo personal, me une una relación larga con Edu Castilla, con quien incluso compartí esbozos de un proyecto hace una década. Y verlo hoy aquí, creciendo como guitarrista, reinventándose como músico al verse obligado a cubrir mucho más espacio por ser el único guitarra, me produce una satisfacción enorme. Lo he visto trabajar, lo he visto evolucionar, y sé que este grupo lo ha llevado a un territorio estimulante del que solo pueden salir cosas buenas. Dani, por su parte, es una voz llamada a destacar: afinación impoluta, rango amplísimo, técnica y alma. Una combinación que no abunda. A Jesús y Pedro no los conozco personalmente, pero sí conozco lo suficiente de su trabajo para saber que sostienen la columna vertebral de esta banda con solvencia, precisión y gusto.

Los integrantes de The Brightsides. / M. G.

Y eso, al final, es parte del encanto de The Brightsides: cuatro músicos con perfiles distintos, experiencias distintas y trayectorias distintas que confluyen en un proyecto que ahora mismo suena a presente, y sobre todo a futuro. Porque están grabando nuevos temas en Estudiomathika, de la mano de Santi García, y lo que viene —y esto lo digo con absoluta sinceridad— huele a salto adelante. A consolidación. A banda que empieza a encontrar su propia voz.

Quizá por eso me entusiasmo tanto con ellos. Porque en un lugar donde muchas veces priman los mismos géneros, donde la oferta musical se concentra en un territorio muy concreto y muy repetido, una propuesta así no solo es bienvenida: es necesaria. The Brightsides llenan un hueco abandonado, uno que pedía a gritos una banda que mezclara estilos, que entendiera la música como un espacio sin barrotes, que apostara por hacer canciones bailables sin perder profundidad.

A mí, sinceramente, me representan. Porque la música no debería ser una celda, sino un patio enorme donde jugar. Donde probar, fallar, volver a probar, mezclar, inventar. Bowie lo entendió. Prince lo entendió. Y ahora, salvando todas las distancias, parece que The Brightsides lo están entendiendo también.

Por eso les deseo que sigan en esta línea, que publiquen más, que den el salto audiovisual, que empujen sus temas propios hasta hacerlos ocupar el lugar que merecen en sus directos. Porque talento tienen, ideas también, y una actitud impecable para seguir creciendo. Y porque esta escena necesitaba precisamente esto: luz. Color. Aire. Movimiento.

The Brightsides no vienen a repetir lo ya hecho. Vienen a encenderlo.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último