Terrazas llenas y humor ante el apagón en Huelva: "Para qué voy a volver a mí casa si no puedo hacer nada"

Los platos fríos han sido la especialidad en los bares que han mantenido el ánimo en la capital

La luz regresa en algunos barrios de Huelva tras varias horas de apagón

Cola de personas esperando para comprar comida para llevar.
Cola de personas esperando para comprar comida para llevar. / Alberto Domínguez

A muchos en Huelva el apagón de este lunes les ha pillado con la comida sin hacer y han optado por buscar hueco en los bares que han continuado el servicio como han podido. Con los interiores vacíos, las terrazas han sido los sitios más cotizados en la capital.

"Para qué me voy a volver a casa si allí tampoco tengo luz, pues me quedo y disfruto con una tapita", señalaba una señora con un plato de salmorejo delante. Una imagen llamativa que se repetía en muchas mesas enmarcada por semáforos apagados y locales sin luz de los que no paraban de salir rostros consternados.

Los platos fríos han sido la especialidad en los bares que han mantenido el ánimo en la capital. Entre risas, muchos onubenses se han tomado con humor el apagón. "Para estar en casa sin hacer nada, esperamos aquí", recalcaba una pareja que disfrutaba del buen tiempo entregándose al placer de la desconexión de los teléfonos, que durante varias horas han dejado de sonar y de ser el centro de atención.

Los establecimientos de comida para llevar han creado importantes colas a sus puertas. La imposibilidad de cocinar en casa ha animado a muchos a buscarse el menú en la calle aunque hubiese que esperar bastante tiempo para hacerse con un plato que llevarse a casa.

Otros de los establecimientos más demandados tras el apagón han sido las panaderías. "Al menos poder hacerme un bocadillo", comentaba un hombre en la cola de un obrador que despachaba sin descanso bollos y chapatas.

Huelva se ha adaptado al apagón con la gracia que caracteriza a sus habitantes. Lejos de mantenerse encerrados en casa o de dar rienda suelta a teorías conspiranoicas, han decidido afrontar el contratiempo desde las terrazas de los bares que este lunes se regaban con un sol espléndido y conversaciones lejos de distracciones tecnológicas.

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