Huelva

Cuando el temple sale a pasear

El novillero lusitano Juan Silva 'Juanito' abrió la primera Puerta Grande del abono de Colombinas tras cortar tres orejas a su lote de 'villamartas'.

El novillero lusitano Juan Silva 'Juanito' abrió la primera Puerta Grande del abono de Colombinas tras cortar tres orejas a su lote de 'villamartas'. / alberto domínguez

El triunfo ayer del portugués Juanito reivindica por encima de muchos detalles el hambre de triunfo, el valor de querer llevarse las orejas del novillo y la cabeza fría capaz de enganchar al tendido en una faena inventada, lograda y resuelta con la determinación que da un oficio sólido y un valor que cala en el tendido, pero también junto al temple.

Le faltaron argumentos de bravura al novillo. Juanito los puso encima de la mesa. Se vació los bolsillos y sacó ese valor suficiente para comerle el terreno al toro y sobre todo la decisión. Decisión para jugársela en ese comienzo de pases cambiados desde el mismo platillo de la plaza, ambición para medirse con valor y arrojo en un quite de capote. Determinación para irse tras una espada queriendo cortar esas dos orejas que metidos ya en noche le peleó la plaza al palco, para que el portugués se marchara de La Merced como gran triunfador de un festejo que tiene dentro otra importante faena como fue la de Emilio Silvera al noble utrero que abrió plaza. Un novillo que manseó en los dos primeros tercios pero que acabó sacando a flote casta suficiente con la que regalarle al onubense cuatro manojos de clase comiéndose la muleta, yéndose tras de ella por los dos pitones como se va un carretón en tarde de entrenamiento. Mucha clase derrochó el de Villamarta y notable son tuvo esa labor de Emilio dándole al novillo el tiempo suficiente en el muletazo y sin que este tropezase el engaño. En el temple estuvo la virtud de arrancarle series de mucha emotividad con el trazo limpio y la ligazón que por ambos pitones encendió la atención sobre el ruedo.

Faena de mucho sentido la de Silvera a un novillo que mansea en los primeros tercios

En el temple estuvo la solución a un toro que a poco de haberse encontrado una muleta brusca y desabrida hubiese buscado ese terreno de tablas. Una faena que dejaba buenas sensaciones también con el capote con el que la plaza se dejó sentir.

La espada le quitó la simpatía a una faena como la que Silvera hilvanó ante el cuarto de la tarde frente a un novillo exigente en que las cosas le llegasen con buen son. Una labor que sin ser esplendorosa encierra dentro detalles y momentos interesantes por parte de Silvera. Suave toreo por el pitón izquierdo mientras llegaban por la diestra lo mejor de una faena a la que le falta conjunto para ser redonda, y desarmada finalmente una espada que no manejó bien el torero en el primer viaje hacia el morrillo.

Si Juanito dictó un discurso torero de cómo hacer potable un novillo sin muchos argumentos, Alfonso Cadaval hizo justamente lo contrario frente al novillo más bravo y completo de una interesante novilla de Villamarta que remataron en presentación los tres últimos novillos. Tres toritos en potencia por hechuras y presencia en el ruedo y su pelea con pujanza frente al caballo del picador y que remató con transmisión y mucha movilidad su viaje en la muleta del novillero sevillano, al que le faltó entenderse con esa bravura que en cada serie enseñaba. Viaje largo que acabó atragantado de tanto tropiezo en las telas en una contienda que no tuvo entendimiento.

El mal uso de la espada terminó por diluir todo en ese silencio con el que la plaza apagó las luces cuando las mulillas se llevaron para el desolladero a este sexto

No fue fácil el tercero de la tarde. Pero tuvo sus posibilidades para que Cadaval intentara encauzar ese genio picante que se gastaba el novillo en cada encuentro. De lo más lucido del sevillano se le anota ese toreo rodilla en tierra en el que embarcó con más temple y ligazón las posibilidades de faena. Media en buen sitio bastó para que el de Villamarta se echara en brazos del puntillero.

Dicen que en el temple concurren todas las madres del toreo. Todas. Al menos ayer tarde dos faenas muy distintas, dos temples de distinto ritmo brindaron la posibilidad de sacar agua de un pozo que una novillada bien presentada e interesante en su juego trajo hasta la Merced Federico Molina. El temple y la garra dejan en la figura de Juanito al primer triunfador de la feria.

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