La panorámica de la fotografía que puso a la venta la papelería de M. Mora, da una idea perfecta del entramado de la ciudad de Huelva en los años veinte del siglo pasado.

Destaca en el medio de la foto el convento de Santa María de Gracia de las Madres Agustinas, quedando bien definida la zona de la iglesia y la del tejado del presbiterio, así como de la zona de huertas.

En un primer término se puede ver las casas de lo que se llamó el barrio de los curas, una promoción social de viviendas que se llevó a cabo en tiempos del párroco de la Concepción Pedro Román Clavero y que hoy viene a corresponder a la calle Ricardo Velázquez Bosco.

Detrás se puede ver el hotel París, que se suma a otro gran hoteles como era el Internacional, tras dejar de funcionar como tal el hotel Colón, adquirido por la Compañía Rio Tinto. A la derecha de la fotografía se ve la torre de la parroquia de la Concepción.

Nada de esto aparece ahora en la fotografía realizada desde el mismo ángulo, ya que todo está tapado por los grandes edificios, a excepción del hotel París.

A diferencia también con la otra panorámica se puede ver cómo la ciudad continúa su expansión, no solo en el crecimiento de los edificios en altura, sino en las nuevas promociones de la zona de Pescadería que le dan la mano al Ensanche. En primer termino, los parques Alonso Sánchez y la Esperanza.

El convento de las Agustinas y el hotel París

Se trata de una vista panorámica editada por la papelería M. Mora y Compañía, en los años veinte del siglo pasado, pues ya está levantado el hotel París que viene a destacar con su cúpula entre todas las casas. Es un gran edificio que aparece marcado aquí por el doblez de la postal donde se pueden ver otros grandes tejados como es el de la iglesia del convento de Santa María de Gracia de las Madres Agustinas.

Desde el parque Alonso Sánchez

La imagen ofrece una panorámica de todo el cambio de la ciudad, aquí lo que domina en la trama urbana compactada bajo el cabezo es el edificio de la Plaza Doce de Octubre, que es el más alto de la ciudad, al final se puede vislumbrar algo de la Ría que aparece entre altos edificios.En un primer término el parque de la Esperanza, convertido ahora en la mitad de su espacio en parque para perros.