Huelva

La tecnología al servicio de personas con discapacidad visual

  • La ONCE muestra en Huelva, a través de la recreación de una casa inteligente, el día a día de ciudadanos ciegos o con falta de visión

Recreación de un salón de una casa inteligente

Recreación de un salón de una casa inteligente / Josué Correa (Huelva)

Las nuevas tecnologías y concretamente la domótica han contribuido a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual e incrementar su independencia. Durante la Semana de la ONCE, en la sede de la Alameda Sundheim en la capital onubense, se montó una exposición sobre la casa inteligente con el objetivo de que los ciudadanos pudieran ver como es el día a día de una persona ciega.

En la segunda planta del edificio se recrearon tres estancias de una vivienda de una persona ciega o con falta de visión: el salón con zona de trabajo y estudio, el dormitorio y la cocina, un inmueble dotado con dispositivos para a través de la voz controlar todo lo relacionado con el sistema eléctrico del hogar, la parte domótica con asistentes de voz: Alexa y Google Home.

Francisco Herrera fue el encargado de hacer de anfitrión y conducir a los visitantes por la casa inteligente. Tras encargar a Alexa que encendiera las luces del salón y cocina y la lámpara de la habitación, el asistente de voz fue dando la bienvenida a los asistentes.

En el salón, no faltaron cuentos infantiles en braille para los más pequeños con dibujos en relieve, editados por la ONCE, así como láminas con objetos en 3D. En el espacio de trabajo y estudio, por su parte, documentos en braille y una especie de atril con una lupa-televisión para leerlos.

En la jornada inaugural, el director de la ONCE en Huelva, Francisco García, señaló que el tiempo que se necesita para aprender braille depende de cada una de las personas, no es lo mismo hacerlo desde niño que ya siendo adulto, que cuesta más trabajo. García indicó que hay que aprender cómo se estructuran los puntos, concretamente la combinación de seis puntos, a lo que añadió que “en tres meses te sabes el alfabeto y luego es cuestión de leer mucho para coger soltura”.

Señaló que cuando los problemas de visión comienzan ya de adulto hay que potenciar el tacto, de ello depende la comunicación con el exterior.

En el espacio de trabajo y estudio se encontraba el ordenador, uno adaptado para personas con problemas de visión o ciegas para funcionar a través de la voz y utilizando el braille. Junto a él había un gran globo terráqueo con un lápiz lector, que al colocarlo en los relieves de su superficie va diciendo los países, son pequeños detalles con los que la ONCE quiso mostrar los medios con los que se cuenta en la búsqueda de información.

La habitación de la casa inteligente es un sencillo cuarto con cama, armario y mesilla, con lo esencial, lampara de mesa y despertador, controlado por el dispositivo de voz, y en el interior del armario, prendas de ropa con sus respectivas etiquetas en braille para poder identificar a través de ellas el color de las prendas.

El recorrido por la casa inteligente finaliza por la cocina, en la que a través del dispositivo de voz se encienden y apagan todos los electrodomésticos, al igual que en el salón, facilitando el trabajo diario a sus moradores.

Con esta exposición la ONCE abrió en Huelva su semana, dedicada en esta edición a las nuevas tecnologías, que se desarrolló de 4 al 8 de octubre, con una amplia programación, cuya finalidad era invitar a la población a meterse en la piel de las personas ciegas.

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