Una tamborilera en el Sahara

Es natural de la localidad sevillana de Carmona, pero confiesa que cuando llegó a Huelva, allá por 1996, "esta provincia y su gente me acogieron tan bien" que no volvió a marcharse nunca más, "y eso que sólo venía para tres meses".

De la mano de un almonteño descubrió esta licenciada en Derecho y funcionaria de Justicia El Rocío profundo, ése mágico de marisma y tamboril, "y me invadió una gran devoción por la Blanca Paloma". Fue entonces como empezó a interesarse por la flauta y el tambor, ésa combinación única que María José considera "una forma especial de rezar a la Virgen". Aprendió en la Escuela de Tamborileros de la Hermandad de Huelva, y de un "gran maestro, un genio como es Antonio", con el que ahora continúa trabajando desde la agrupación de la hermandad rociera.

Dicen que su forma de tocar es prodigiosa y su amor por la música, infinito. Y es que perteneció durante 15 años a la Coral Polifónica de Santa María de Gracia (Carmona) y "me gusta aportar al tamboril la elegancia de la música clásica".

Su manera de vivir el arte del tamboril es única, intensa, tanto que "llevo la flauta siempre en el bolso y practico cada vez que puedo". Y también lo echa en la maleta cada vez que sale de viaje. Una de sus últimas experiencias, de las más interesantes y singulares de su vida, fue "tocar la salve rociera en mi tamboril el 31 de diciembre en el Sahara, mientras los bereberes me acompañaban con sus tambores".

Ahora está preparando otro viaje. Esta vez será en el mes de agosto. Emprenderá desde Orense el Camino de Santiago y "cuando llegue a Santiago de Compostela mi amigo Lorenzo y yo iremos tocando el tamboril hasta la plaza del Obradoiro, frente a la catedral". Es, dice, una forma de exportar este arte al resto del mundo.

Ahora va contando los días que quedan para reencontrarse con la Virgen del Rocío. Hará, como viene siendo habitual en los últimos años, el camino con la Hermandad de Hinojos en un carro en el que impera la multiculturalidad: "Han venido con nosotros amigos portugueses, italianos, brasileños, y este año vendrá una chica de Colombia". Ya queda menos.