Una sonrisa gracias a la informática

Un grupo de discapacitados de Cartaya aprende ilusionado en un curso sobre las nuevas tecnologíasl elemento igualador El curso facilita a sus alumnos la posibilidad de hacer realidad o agilizar pequeñas acciones que afectan a su vida diaria.

Una sonrisa gracias a la informática
Una sonrisa gracias a la informática
Jordi Landero / Cartaya

14 de septiembre 2009 - 01:00

Actualmente estamos inmersos en una verdadera revolución basada en las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, tal y como le ocurrió a la humanidad en otros momentos de la historia con el descubrimiento de los metales o de los procesos industriales, por ejemplo. Y es que el ordenador, internet, el correo electrónico y todos aquellos adelantos que en esta materia van surgiendo prácticamente casi a diario dan lugar, en términos de macrocomunicación o macroinformación a que un hecho o noticia que sucede en cualquier lugar del mundo, desde el más lejano hasta el más cercano, pueda estar en tiempo real en conocimiento de millones de ciudadanos al mismo tiempo.

No obstante, ahí no termina todo porque estos nuevos adelantos también contribuyen a mejorar la calidad de vida de muchos ciudadanos con pequeños detalles como, por ejemplo, permitir a cualquier persona comunicarse con su propio vecino o compañero de trabajo, o enviar cualquier documento de texto, vídeo, audio o fotográfico a éste o a un amigo o familiar que se encuentre en cualquier parte del mundo, con tan sólo pulsar una tecla.

Pues bien, un hecho como éste, tan simple, rápido, cómodo y práctico para aquellos que ya estan familiarizados con la materia, ha sido recientemente un motivo de enorme alegría e ilusión para un pequeño grupo de personas formado por 12 jóvenes cartayeros que están participando en esta localidad en un novedoso curso de informática. Es novedoso porque se da la circunstancia de que tan aplicados y curiosos alumnos son chavales y chavalas de entre 14 y 23 años con algún problema de discapacidad psíquica o sensorial.

Y es en estos casos cuando adquiere un mayor significado y sentido lo de la microcomunicación o microinformación ya que el buen uso de las nuevas tecnologías sumado a la puesta en práctica de iniciativas de este tipo hacen de elemento igualador entre todas las personas, facilitándoles la posibilidad de hacer realidad o agilizar pequeñas acciones o actos que afectan a sus vidas cotidianas.

Por otra parte y según comenta Francisco José Díaz, monitor de este curso (que está promovido por el Área de Juventud del Ayuntamiento de Cartaya en colaboración con la Asociación de Padres de Niños Discapacitados de Cartaya, Aspandicar), "esta acción formativa voluntaria se enmarca dentro de nuestro objetivo de acercar las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones a aquellos colectivos que aún tienen determinados problemas para acceder a ellas, como en este caso es el de las personas discapacitadas".

Y es que, como señala orgulloso el propio monitor del curso, "no hay nada tan satisfactorio como observar las evoluciones de estos chavales, que el primer día mostraron una enorme timidez, y en algunos casos hasta miedo, ante el hecho de tener que enfrentarse a un ordenador, pero que ahora expresan una gran alegría cuando se dan cuenta de que son capaces de materializar un acto tan simple como enviar un e-mail al compañero que tienen sentado al lado", explica. "Y lo que más ilusión les hace -añade- es cuando son ellos mismos los que reciben un mensaje de alguno de sus compañeros de clase, el cual leen hasta con emoción".

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