Un solidario revuelo de volantes

La diseñadora Patricia Aguaded presenta una colección a beneficio de la Hermandad de la Santa Cruzl recaudación Los beneficios se destinarán a la compra de trajes para el coro de flauta y tamboril.

Un solidario revuelo de volantes
Un solidario revuelo de volantes
Esther Gómez / Punta Umbría

10 de abril 2011 - 01:00

El Teatro del Mar se llenó recientemente de colores, volantes y alegría romera con los diseños de la joven puntaumbrieña Patricia Aguaded en un pase de moda flamenca cuyos beneficios irán destinados a la Hermandad de la Santa Cruz para la compra de trajes para el coro de flauta y tamboril.

Precisamente, este coro fue quien puso la nota musical en este desfile en el que participaron tanto profesionales como aficionadas. Es un coro que lleva funcionando unos dos años y que poco a poco está consiguiendo que la Hermandad cuente con un acompañamiento acorde con su solera, en todas sus salidas y en todos los actos que celebra.

Bajo el título de Son de Sal, Aguaded conquistó al público con trajes muy elaborados sobre telas de todas partes del mundo, como por ejemplo, de Italia y la India. Fue una noche en la que el público disfrutó con la música del coro de tamborileros que tan bien suena después de unos pocos años de ensayo y preparación.

Por su parte, la diseñadora, a pesar de su juventud, cuenta ya con una larga trayectoria profesional. En 2005 abrió su propio taller y en 2008 consiguió incluso un premio a la mejor iniciativa empresarial de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios de Punta Umbría. Además, en los últimos tiempos colabora con el programa Se llama Copla, de Canal Sur, diseñando trajes para los participantes. Además, ha disfrutado de enorme éxito en la última edición del Salón de Moda Flamenca de Sevilla, Simof, además del celebrado en Huelva y de Lepe.

Patricia juega con los tejidos y los cortes y selecciona unas mezclas muy curiosas y llenas de colorido que confieren un sello especial a sus creaciones.

En la noche mágica del desfile había trajes para todas las edades, desde pequeñinas de un mes hasta mujeres mayores. Además, como ella misma dice, "los trajes se adaptan a cualquier talla". Así lo hace y no le va mal, de hecho, ya ha vendido algunos de sus trajes de los desfiles anteriores y, por ello no los pasó en el de Punta. "Creo que la gente se siente cómoda y le gustan los trajes y cuando a una mujer le gusta un traje en concreto no mira el precio, aunque mira un poco, pero lo que no va a hacer es comprarse uno que no le guste o no le quede bien porque sea más barato", asegura Aguaded.

El público salió satisfecho con el resultado y ella espera que, a pesar de que la recaudación no fuera mucha, "los tamborileros tengan un poco más de cara a conseguir esos uniformes que tanta ilusión les hace".

El coro de tamborileros es muy variopinto y está compuesto por hombres y niños y niñas de diversas edades. Tocan para la hermandad de manera altruista y ahora tienen ganas de tener unos uniformes dignos para poder realzar más su música con una gran presencia. De momento, ya han conseguido tocar bastante bien y amenizan los actos de la hermandad con sus sones de flauta y tamboril.

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