Un solidario mensaje de libertad

Un grupo de 33 alumnos almerienses traslada la realidad del pueblo saharaui a los onubensesl 'ocho rutas y una jaima' El proyecto, organizado por Fandas y la Consejería de Educación, es una iniciativa solidaria que está recorriendo todas las provincias andaluzas.

Reportaje gráfico: GONZALO TORRES / ELIZABETH VILLEGAS
Carmen Ruiz Pérez / Huelva

21 de mayo 2009 - 01:00

La voz del pueblo saharaui se hizo ayer eco en Huelva de la mano de 33 alumnos de secundaria del Colegio del IES Algazul de Roquetas de Mar (Almería). Este grupo de chicos y chicas entre 12 y 14 años, y de hasta nueve nacionalidades diferentes, encabezados por las coordinadoras Mireya Jiménez y Clara Martínez, están recorriendo en autobús todas las capitales andaluzas con el proyecto 'Ocho rutas y una jaima', organizado por la Federación Andaluza de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (FANDAS) y la Consejería de Educación.

Los que se autodenominan "portavoces de los saharauis" pretenden, allá donde acuden, "pedir que se haga justicia con ese pueblo después de haber estado más de 30 años abandonado y olvidado por todos los políticos y traicionado una y mil veces -comenta Jiménez- porque es bochornoso y vergonzoso que sigamos pensando que estamos en democracia cuando todavía queda este punto negro del pueblo saharaui que ha pertenecido a España y que ahora el gobierno español no se quiere hacer cargo". Este mensaje llegó ayer a los ciudadanos onubenses a través de numerosas actividades puestas en marcha por este colectivo en la Plaza de la Soledad de la capital.

El grupo esperaba la visita de alumnos del Instituto Funcadia, ya que este proyecto está pensado para los más jóvenes, pero nadie de este centro se personó en el lugar. No obstante, los integrantes de 'Ocho rutas y una jaima' cumplieron su cometido e instalaron una jaima, simulando la situación en la que viven los refugiados saharauis. La actividad en este poblado 'ficticio' era una realidad más que patente. Así, el público que se acercó hasta allí pudo, entre otras cosas, hacerse trenzas y un tatuaje de henna totalmente gratuitos, también tuvo la oportunidad de degustar el te saharaui y participar en juegos populares de esa cultura.

Además, había habilitada una tienda con artículos realizados por los propios chavales como pulseras, collares, llaveros, jabones, pins y velas, entre otros artículos, y cuyos beneficios iban destinados al pueblo saharaui.

Los ciudadanos que pasaron por este 'rincón saharaui' también pudieron expresar su apoyo a este pueblo escribiendo en un cartel. Algunas frases con firmas de ciudadanos onubenses decían 'Libertad para el Sahara', 'Sahara forever', 'El mundo está lleno de injusticias, con pequeños gestos las podemos arreglar', 'Zapatero, acuérdate del Sahara' o 'Mohamed, el Sahara no es tuyo', entre otras. Otros optaron por las pinturas en lugar de las palabras y expresaron su solidaridad con el pueblo saharaui a través de unos dibujos en otro cartel.

No sólo eso, este colectivo solidario escenificó una obra de marionetas llamada 'Hagamos volar el muro', que concluía simulando la destrucción del conocido 'muro de la vergüenza', que actualmente divide al Sáhara en dos mitades y ha obstaculizado cualquier posibilidad de celebrar un referéndum de autodeterminación, sometiendo a la población civil a detenciones ilegales, torturas, violaciones, desapariciones y asesinatos.

El broche de oro a tan entrañable trabajo solidario vino de la mano de Juan Manuel Serrat, cuya canción 'Libertad' sonó de fondo mientras los chicos la entonaban ondeando banderas saharauis. El momento más emotivo fue cuando lanzaron al aire una bandera del Sahara occidental, llevada por varios globos de colores, y que ondeó por el cielo trasladando el mensaje de libertad a toda Huelva.

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