Sofía González y José Carlos Naranjo se alzan con las Becas Daniel Vázquez Díaz 2025
Los proyectos ganadores son Aglae, en el que la autora sevillana propone un diálogo entre pintura y literatura a partir de un capítulo de 'Platero y yo', y Lonestar, donde el gaditano rinde homenaje al bar onubense de música alternativa
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Huelva/El gaditano José Carlos Naranjo y la sevillana Sofía González, respectivamente, han resultado los ganadores de la Beca Daniel Vázquez Díaz 2025, convocada por la Diputación de Huelva para impulsar la creación plástica en Andalucía y reivindicar la figura del artista nervense.
Los proyectos ganadores son Aglae, en el que la sevillana propone un diálogo entre pintura y literatura a partir de un capítulo de Platero y yo, y Lonestar, en el que el gaditano rinde un homenaje al bar onubense de música alternativa.
Este premio, desde su creación, se ha convertido "en el faro que guía, apoya e impulsa a los artistas jóvenes de nuestra tierra, dando luz a nuevas miradas y recordando que el arte es, sobre todo, memoria, compromiso y una manera de entender el mundo", según destacó este lunes la diputada de Cultura, Gracia Baquero, en rueda de prensa.
La diputada agradeció su trabajo a los miembros del jurado de esta 31 edición, integrado por Tecla Lumbreras, Rosa Aguilar y Sivia Benítez junto a Adrián Hernández y Eduardo D'Acosta, presentes en la rueda de prensa.
Ambos destacaron la calidad de los más de treinta proyectos presentados, y "hemos intentado con el premio hacer honor desde nuestra experiencia y nuestro compromiso a los tres décadas que lleva esta beca siendo faro para muchos artistas jóvenes que intentan abrirse camino en el difícil mundo de las artes visuales".
José Carlos Naranjo explicó, que la idea del proyecto se inició "hace unos cinco años aproximadamente. Empecé a tirar el hilo del bar; mi práctica habitual es la pintura y de alguna manera intento rescatar aspectos que tengan cierta nostalgia de momentos ya pasados. La imagen es muy importante para mi pintura y, por lo los aspectos nostálgicos de un tiempo que ya no volverá, pues también le doy valor". Para Naranjo, el Lonestar "fue una isla particular durante dos décadas que formó parte de la noche de Huelva y pasaron por allí personajes de todo tipo".
Para tirar de ese hilo, llamó al propietario, Mariano Seral, "quien me proporcionó los contactos de las cuadrillas de personas que pasaban por allí. Y a partir de ese archivo es como he creado el proyecto, que para mí es una oportunidad de seguir dándole continuidad a un lugar que formó parte de ese pasado que nunca volverá, pero que ha sido importante para una ciudad como Huelva"
Por su parte, en Aglae, Sofía González quería basarse en un texto "que fuera directo, sencillo, poético y también con el contexto de Huelva, y se me vino a la cabeza un texto que todos conocéis, que es el de Platero y de Juan Ramón Jiménez. Y abriendo el libro, me apareció el capítulo que da título al proyecto".
Aglaé, la más joven de las Tres Gracias, "está relacionada con el hombre, la naturaleza, lo bucólico y lo entendí como una especie de remanso, de oasis de paz del que huir de toda la vorágine de imágenes que consumimos en el día a día". El proyecto, añadió González, "habla de pintura, dibujo y de textos que funcionasen de una manera no ilustrativa, sino más bien conceptual y estética en un plano visual".
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