Un sistema de control de accesos mediante bolardos regula la entrada a las zonas peatonales de la ciudad desde ayer. La finalidad de esta iniciativa es proteger y dar una mayor seguridad al peatón, así como beneficiar al residente a la hora de acceder a su plaza de garaje, y a aquellos vecinos que tengan que llegar hasta su puerta para carga y descarga o para trasladar a personas de movilidad reducida.

El sistema está compuesto por un bolardo retráctil y un equipo de control, un semáforo y una cámara de televisión que graba durante el tiempo que el sistema esté funcionando, con objeto de evitar incidencias. El Ayuntamiento de Huelva ha invertido un total de 364.000 euros.

Se han instalado ocho puntos de control de acceso, en concreto en la calle Arcipreste González García, avenida Martín Alonso Pinzón, calle Niña, Alfonso XII, Miguel Redondo, Vázquez López, Hernán Cortés y calle Marina. Esta última tendrá que esperar a la segunda fase debido a la futura peatonalización de la avenida de Portugal.

Los bolardos funcionarán de lunes a sábado, en horario de 10:00 a 14:00, y de 17:00 a 21:00, es decir, en este horario sólo podrán acceder los residentes que tengan tarjetas identificativas, estando bajados el resto del horario. El Ayuntamiento ha entregado 3.500 tarjetas identificativas a los ciudadanos, llevando a cabo una campaña de publicidad con más de 5.000 folletos informativos entregados a los residentes y garajes de las calles afectadas. Las tarjetas son intransferibles. El Ayuntamiento recuerda que no se debe pasar detrás de un vehículo sin identificarnos previamente, y que sólo se puede cruzar la zona de acceso cuando el semáforo esté en ámbar y el bolardo bajado.

Además, se han instalado 48 señales verticales de información, que indican la ubicación, funcionamiento y horarios de los distintos puntos de control. También se han colocado 14 pilonas y 26 elementos fijos (pivotes azules H-50) para evitar el estacionamiento indebido.

Siempre que los bolardos estén en funcionamiento habrá un operador controlando el sistema, con el que se podrá contactar mediante el interfono del equipo, desde el que se podrá comunicar cualquier incidencia al centro de gestión de tráfico.

En los meses que llevan funcionando los dos controles de acceso instalados en Gran Vía, se han reducido considerablemente los niveles de tráfico en la zona centro. Previo a su instalación, la densidad de tráfico que pasaba por la Plaza de las Monjas desde Gran Vía era de 3.800 vehículos al día, aproximadamente. Actualmente, con el sistema de bolardos, están accediendo alrededor de 140 vehículos al día, con lo que el uso medio se ha reducido un 96,7%.

Ya han comenzado los estudios para iniciar la segunda fase de este proyecto, en el que se instalarán otros cinco puntos más para gestionar las salidas en las calles Pinta, Rico, Rábida, Rascón y avenida de Portugal, incluyendo una red de fibra óptica que optimizará el sistema.