"El que siga bailando se equivoca"



ISLA Cristina, sábado 18 de diciembre, Junta Directiva Provincial del PP; discurso de Javier Arenas tras una semana hipertensa: "La encuesta que [hoy, lunes] conoceréis, hecha con dinero público y en manos del PSOE desde hace una semana, dice que si las elecciones autonómicas se hicieran hoy -subrayó el presidente del PP-A- estaríamos en el Gobierno de la Junta. Esto no tiene que servirnos para dar una fiesta. El que siga bailando se equivoca. Lo que nos dice esto es que vamos por el buen camino, pero el PP tiene que conquistar el futuro desde el centro (…) y permanentemente en la calle".
Aunque el contexto es claramente diferente, la experiencia de 1996 ya demostró a Arenas que las encuestas pueden ser pura morfina. Un peligroso canto de sirena. En lo que va de año, una docena de sondeos han deparado la victoria del PP en Andalucía, el fin de tres décadas de hegemonía del PSOE. La última prueba del algodón será la demoscopia del IESA, que se da a conocer hoy en medio de una polvareda espectacular, condimentada con los avances extraoficiales que cifran hasta en diez puntos la ventaja de los populares sobre los socialistas.
Fuera de esta virtualidad, a no ser que se anticipen elecciones, la encuesta terminante para Arenas será la de los primeros hechos consumados: los comicios municipales de mayo de 2011. En este punto, Huelva abrió la cajas de los truenos en una performance con interpretaciones para todos los gustos. En una charla con media docena de periodistas en los pasillos del Parlamento, el padrino político de Pedro Rodríguez lanzó un aviso para navegantes dando cuenta de cierta "inquietud" en los casos de Huelva y Málaga. Socialistas y filosocialistas se apresuraron a brindar por el ídolo caído, el candidato amortizado, el ahora caballo perdedor al que no se querrá vincular un Arenas que al fin ve opciones para lograr la Presidencia de la Junta.
Mientras se despachaban los adversarios, el PP encargó ipso facto una encuesta a su consultor habitual, Gespa, y con los resultados recabados la semana pasada -publicados el domingo por Huelva Información- amarró Rodríguez la proyección de una nueva mayoría absoluta. Datos a los que pudo aferrarse Arenas el sábado en Isla Cristina para salir en defensa del alcalde onubense: "los sondeos demuestran que cuanto más se conoce a la candidata [la socialista Petronila Guerrero, presidenta de la Diputación Provincial] más sube Perico. Vamos a sacar en Huelva el mejor resultado de nuestra Historia, porque tenemos el político más cercano de España y el mejor líder en reforma y transformación de la ciudad".
De todo procede, entonces, la lectura subliminal ¿Quiso Arenas mostrarse "inquieto" para movilizar a un Perico que cada vez sale menos a la palestra? Esquivando las protestas de los acreedores, en el trimestre que precede, el regidor ha dosificado especialmente su protagonismo mediático. Lo demuestra, sin ir más lejos, el dato de reducción del tiempo de palabra en la tele municipal, según el último informe del Consejo Audiovisual de Andalucía. Nos llega información de que, mientras esta fase de tránsito se dedica a la siembra (Aguas de Huelva, parking de la Casa Colón… y toda la picaresca financiera para sobrevivir en el año electoral) los cartuchos se están reservando para la traca final. El rito tradicional de presentar proyectos y obras terminadas en la antesala misma de los comicios, se concentra especialmente en esta ocasión porque la crisis y las deudas han hecho que haya mucho menos que lucir para engatusar al electorado. El todo por el todo, al filo del mes de mayo. Ahora, silencio… se rueda.
La "inquietud" de Arenas respecto al Ayuntamiento de Huelva viene a movilizar a la parroquia periquista, de la misma manera que habló -en esa misma "reflexión", muy medida ante los periodistas- de una Diputación onubense "inaccesible", para poner incienso a los socialistas. Tesis y antítesis, una partida teledirigida en el que el único libre albedrío es el de las urnas.
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