Estas lluvias de invierno, copiosas aunque insuficientes para la demanda de la ciudadanía y de nuestros campos, ofrecen por otra parte escenas hermosas en paisajes tradicionales.

Es el caso de la Rivera de Huelva, como se lee en las antiguas postales de principios del siglo XX, aunque se trata de la Rivera de la Nicoba, porque la rivera de Huelva es la que nace en Fuenteheridos y va buscando desembocar en el Guadalquivir por La Algaba.

Aspecto de la rivera con las últimas lluvias de invierno.

Lo cierto es que para los de Huelva es sencillamente la rivera, con su núcleo poblacional de barriada, dibujada también gracias al encanto cercano de las fincas agrícolas que igualmente tenían sus casas de recreo, como eran las de San José y San Antonio, de Antonio Mora Claros y Pepita Jiménez.

Este paraje fue siempre muy fotografiado y llevado a las antiguas postales

En la rivera corre el agua buscando el río Tinto, es un paraje hermoso, antaño visitado con frecuencia por los onubenses en jornadas de esparcimiento, en las épocas de vacaciones para quienes tenían casa por estos parajes, o sencillamente para una jornada dominguera.

El lugar lo merecía, muestra de ello es la colección de postales de principios de siglo XIX, incluso un paraje que fue objeto de portada de revista ilustrada en 1906. Recrean un lugar muy hermoso, con el frescor de una exuberante arboleda.

La rivera en una imagen de postal de principios del XX.

Entonces no era tan fácil llegar, podría resultar lejana; sin embargo, hoy podemos decir que es más cercano no solo por la facilidad de locomoción gracias, sino el hecho de que la ciudad ha crecido y lo que terminaba en el barrio de San Sebastián, en la actual fuente de la avenida de Andalucía, se ha extendido hasta la Barriada de la Orden y de ahí por el Paso de san Andrés se sigue por la carretera del cementerio hacia la rivera, marcada también como Camino de Santiago desde 2002, el llamado Camino Sur de la Ruta de la Plata, es el antiguo de Trigueros que se abre a la población por la calle Huelva. Es la HU 3101 que llega a la N431.

Sin embargo hoy la rivera no está en las postales, cuando paradójicamente se potencian las vías verdes o sendas peatonales. Lo cierto es que la llamada Puerta Verde de Huelva a Gibraleón y San Juan del Puerto, que discurre por las vías pecuarias del entorno y se financiaron con los fondos Feder pues según vemos en las páginas de senderismo su estado no es el más deseable, además de estar invadidas por particulares.

El estrecho puente de la Rivera de la Nicoba.

La rivera tiene todas las características para recuperar ese lugar de esparcimiento que siempre fue. Le abriga la misma arboleda con fauna propia.

Ahora que se está recuperando en la ciudad paseos tradicionales que se diseñaron a principios del siglo XX como el de Francisco Montenegro a la Punta del Sebo, o el del Conquero hacia la Cinta, con nuevos proyectos como el del Paseo Marítimo que recorre la margen junto a la Barriada de Marismas del Odiel y que continúa hacia Gibraleón. En la actualidad está pendiente ese camino que una la Barriada de la Orden con la de la Ribera en una senda peatonal que permita disfrutar del cauce de la Rivera de la Nicoba, la Rivera de Huelva.

El hermoso cauce de la rivera con la crecida por las lluvias de este invierno.