Tribunales

Condenado a seis años de prisión por apuñalar a una joven con un cuchillo de cocina

  • El procesado, J.E.L.S., trató de asfixiar a la víctima y la acuchilló en repetidas ocasiones en su propia casa el 17 de febrero del año pasado

Uno de los agentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Huelva que investigó el caso.

Uno de los agentes del Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil de Huelva que investigó el caso. / H. Información (Huelva)

Seis años de prisión. Esta es la pena privativa de libertad que ha aceptado J.E.L.S., de 20 años, en un acuerdo previo a la celebración del juicio en la Sección Primera de la Audiencia de Huelva por el intento de homicidio de una joven en Lepe en 2017, a la que asestó varias puñaladas en su propia casa. Con la asunción de los hechos el procesado ha obtenido una rebaja de dos años en la pena que para él solicitaba el Ministerio Público, que se elevaba a ocho años.

A falta de la redacción de la sentencia, el acusado ha asumido la autoría de lo relatado en el escrito de acusación, al que ha tenido acceso en primicia Huelva Información, en el que se detalla que el 17 de febrero del año pasado, en torno a las 20:20, J.E.L.S. se dirigió a la casa de su víctima, ubicada en Lepe, y "aprovechando que la puerta se encontraba abierta accedió a la vivienda, cerrando a continuación la puerta con las llaves, que dejó colocadas en la cerradura".

Una vez dentro, el procesado le dijo a la joven que si podía hablar con ella un momento. Ella le contestó que "se esperase porque estaba mandando un mensaje a través de la aplicación de Whatsapp". Sin embargo, él no estaba dispuesto a aguardar por nada. Así que "acto seguido y sin mediar palabra, decidió acabar con la vida de ella o, al menos, asumió esa posibilidad".

La víctima sufre estrés postraumático y cicatrices en cabeza, tórax, brazos y manos

J.E.L.S. empuñó un cuchillo de cocina con mango de madera y lo dirigió al costado de la chica cuando ella se encontraba en el sofá escribiendo en el teléfono móvil. "A continuación, con idéntico propósito, el procesado volvió a dirigir el cuchillo contra el pecho y la frente de la víctima, consiguiendo la misma levantarse para intentar quitar el cuchillo al procesado y así doblarle la hoja y evitar que continuara la agresión".

Cuando ella le preguntó que por qué le hacía eso, él le respondió con un "cállate, no sé qué me has hecho". Con motivo del forcejeo y de la abundante pérdida de sangre que sufría la joven, ella cayó sobre el sofá, "donde el procesado prosiguió su propósito, dirigiendo con su mano derecha el cuchillo contra distintas partes del cuerpo de la víctima mientras que con su mano izquierda intentaba asfixiarla con un cojín y una manta que había sobre el sofá". La chica consiguió de nuevo doblar el cuchillo y escapar de la embestida.

Él le reiteró que "cállate, que sólo vengo a matarte", pero en ese momento empezó a "entrar en descomposición corporal", situación que permitió a la perjudicada huir del piso. Para ello "tuvo que abrir la puerta que previamente había cerrado el procesado, con las llaves que éste había colocado en la cerradura de la vivienda".

La mujer sufrió como consecuencia de estos hechos lesiones consistentes en hemo-neumotórax derecho, además de múltiples heridas inciso-contusas en distintas partes del cuerpo: una de dos centímetros en la zona frontal, otra de unos 2,5 centímetros en el esternón, dos heridas de 1,5 y 1 centímetro en los brazos, y heridas de 1 centímetro en ambas manos. Tuvo que ser intervenida quirúrgicamente de urgencia y las lesiones, según el informe Médico Forense, tuvieron riesgo vital para ella. Además de cicatrices en cuero cabelludo, tórax, brazos y manos, padece estrés postraumático.

El condenado debe cumplir, más allá de los seis años de prisión, otros 12 años de prohibición de aproximación a menos de 200 metros y comunicación por cualquier medio con la víctima, su domicilio o cualquier lugar donde se encuentre. Asumirá las costas del procedimiento y tendrá que abonar a la joven una indemnización de 13.123 euros.

A raíz de estos hechos, el Juzgado de Instrucción 3 de Ayamonte acordó la prisión provisional comunicada y sin fianza del procesado, permaneciendo en dicha situación desde entonces. Asimismo, el 1 de marzo de 2017 se acordó, como protección de la víctima, la imposición al padre del procesado y a la pareja de este la medida cautelar de prohibición de aproximación a menos de 200 metros de la perjudicada y de comunicación con ella por cualquier medio o procedimiento.

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