La La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Pascual de Lepe es una unidad polivalente que sirve tanto como de reanimación posquirúrgica, como de observación de los pacientes que acuden al servicio de cuidados críticos desde urgencias y pacientes que por sus patologías requieren de cuidados intensivos.Tiene 16 camas, de las cuales siete de ellas son boxes cerrados que se utilizan para el aislamiento de pacientes más críticos o en caso de que los pacientes requieran acompañamiento. Cuenta con monitorización central y todo lo que el paciente pueda necesitar.
Para explicar cómo funciona desde dentro, Carlos Belascoain, médico coordinador de la Unidad de Cuidados Especiales del Hospital Virgen de la Bella da las claves de este área tan compleja e importante que atiende a todos los que entran en una situación delicada o requieren de más cuidados.
–¿Qué tipo de pacientes son atendidos en la UCI del Hospital Virgen de la Bella?
–Aquí cuidamos y tratamos diferentes tipologías de pacientes críticos, y los tratamos el tiempo suficiente hasta conocer desde el punto de vista médico y diagnóstico, que pueden pasar a la planta de hospitalización o volver a casa.
Aquellos que entran con una situación crítica derivados desde Urgencias, aquellos que requieren un tratamiento intensivo, pacientes que necesitan pasar por un proceso de observación tras una cirugía y en la etapa de recuperación posquirúrgica y posanestésica.
Recibimos y tratamos pacientes que han recibido desde una intervención más simple como una endoscopia a pacientes que han recibido de mayor complejidad como una prótesis de rodilla o cadera, o una operación de extirpación de un cáncer.
–¿Cómo es el día a día en una UCI?
–El día a día es muy dinámico y cada día es muy diferente, nunca sabes lo que te va a esperar.Hay, como hemos dicho, gran diversidad en el tipo de pacientes que tratamos. Desde pacientes que ya llevan días con nosotros y están relativamente estables a pacientes que pueden requerir mucho trabajo y dedicación por tener una situación clínica más compleja e inestable.
Además, cada día hay entradas y salidas. Es raro que empecemos el día con los mismos pacientes que acabamos. Lo normal es que algunos vayan pasando a planta, o directamente les demos el alta porque ya se han recuperado o completado el periodo de observación necesario y a su vez, hay otros pacientes que van entrando.
Esto no sería posible sin el gran personal de enfermería con el que contamos que junto a los médicos hace posible este día a día, las 24 horas al día, los siete días de la semana de la Unidad de Cuidados Intensivos.
–¿Qué es lo más bonito y motivacional de su trabajo?
–La mayor satisfacción de nuestro trabajo es cuando se recibe un paciente crítico que realmente está mal, con posibilidad incluso de morir y en pocas horas, con el esfuerzo de todo el equipo, se consigue remontarlo, disminuyendo cada vez más dicho riesgo, hasta que alcanza estabilidad suficiente para una recuperación completa, pasando a planta y posteriormente vuelve a casa.
En estos casos, ver a su familia tan feliz tras la angustia inicial y al paciente recuperado, es muy satisfactorio. Esto sucede gracias al trabajo en equipo y la coordinación de todos los que integramos el equipo de cuidados intensivos.
En un UCI es muy importante la perfecta coordinación de todos. De hecho, la UCI es el área del hospital en la que es más crítico el trabajo de enfermería. Nuestras enfermeras son la mayoría las mismas desde que abrió el Hospital. Están perfectamente formadas y saben a la perfección cómo funciona la unidad y trabajar en equipo es crucial. Esto es un punto muy positivo de este Hospital y es, en gran parte, el motivo que consigue que mejoren tantos pacientes que pasan por aquí.
–Y si hablamos de tecnología, ¿cuál es la importancia de la tecnología en una UCI?
–En la UCI contamos con una aparatología muy específica y única de esta unidad.
Es muy importante contar con la mejor tecnología, pero además con el mejor personal que sepa utilizarla. Todo nuestro equipo está formado en el uso de una serie de aparatos que no hay en otras áreas del hospital, como son los monitores centralizados o los respiradores, que son aparatos altamente complejos.
Al ser un aparataje específico y complejo, requiere una curva de aprendizaje. Por ello, es tan importante que el personal haya sido entrenado progresivamente a lo largo del tiempo. Eso nos aporta experiencia y mejora la coordinación para cuidar hasta el último detalle en el cuidado del paciente.
Como comentaba, la tecnología y aparatología de la UCI es muy diferente al del resto de zonas de cuidado del Hospital. Por ejemplo, en la UCI contamos con los boxes de críticos, con todo lo necesario para monitorizar al paciente, desde una línea arterial hasta intubación y ventilación mecánica, capnografía, ecografía a pie de cama… Todo lo que necesita el paciente crítico en cuidados intensivos.
Esto nos permite, como hemos comentado antes, llevar a cabo cirugías complejas en este Hospital como, por ejemplo, el cáncer de colon por laparoscopia, teniendo una zona de cuidados posquirúrgicos y de recuperación y atender al gran número de urgencias críticas que recibimos.
–¿Cuántas urgencias atiende este hospital al mes?
–El Hospital Pascual Virgen de la Bella atiende una media de 4.500 pacientes al mes, siendo el segundo Hospital de la provincia de Huelva que se ocupa de un mayor número de urgencias.
De estas urgencias, a la unidad de UCI llegan los pacientes más críticos que necesitan de cuidados especiales.
Además, este Hospital está a la cabeza en la provincia de Huelva en cuanto a número de prótesis de cadera y de rodilla, cirugías de alta complejidad.
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