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El secreto litoral virgen del Coto

  • La playa más desconocida de la costa onubense es a su vez la menos visitada por turistas y veraneantes

La playa del coto es de las menos transitadas.

La playa del coto es de las menos transitadas. / Josué Correa

La playa más oriental de la costa onubense es única en Andalucía. Y también en España. Decenas de kilómetros de arena blanca y fina dan forma a un paraíso natural que muy pocas personas conocen. Gracias a ello puede decirse que ha llegado virgen a nuestros días, debido en parte a la práctica ausencia de habitantes y, especialmente, a la dificultad de su acceso, al encontrarse dentro del Parque Nacional de Doñana, lo que hace aún más atractiva si cabe a esta solitaria y excepcional playa del término municipal de Almonte.

Desde la zona de los Palos, en Matalascañas, hasta la desembocadura del río Guadalquivir, con vistas a la histórica y vinatera ciudad de Sanlúcar de Barrameda, se extiende una de las últimas playas vírgenes europeas y, posiblemente, una de las de mayor riqueza natural.

En esta extensa playa se pueden observar tres torres defensivas del siglo XVII

La playa de Doñana, también conocida como playa del Coto, esconde uno de los ecosistemas costeros mejor conservados del mundo. Se trata del sistema de dunas y corrales, una de las imágenes más evocadoras y llamativas cuando se nombra la palabra Doñana. En efecto, una de las grandezas de esta orilla atlántica son las arenas que forman sus dunas vivas, que se desplazan desde la cercana playa hacia el interior, a la marisma, siendo movidas poco a poco por los vientos del suroeste, dejando en la arena un característico aspecto semejante al del oleaje.

Por otro lado, este espacio costero dentro del Parque Nacional de Doñana, Reserva de la Biosfera y Patrimonio de la Humanidad, deja ver una gran riqueza faunística y de gran contenido ecológico, que es, por otra parte, uno de los grandes atractivos de esta recóndita playa.

El acceso a la playa del Coto es muy difícil y sólo se permite su entrada a vehículos autorizados, si bien se puede acceder a pie desde Matalascañas, atravesando los Palos. O en piragua, desde Sanlúcar de Barrameda, cruzando el río Guadalquivir. Una última opción disponible, muy recomendada, es reservar plaza en algunas de las excursiones en barcaza o autobuses 4x4 que recorren habitualmente los ecosistemas más importantes del Parque Nacional de Doñana.

Otro aspecto interesante de esta extensa playa son las tres torres almenaras levantadas a pie de costa en el siglo XVII, con el objetivo de defender esta zona de los ataques de berberiscos y otomanos. Son la Torre Carbonero, Torre Zalabar y Torre de San Jacinto, esta última la más próxima al río Guadalquivir. El paso del tiempo y la naturaleza han actuado sobre estos edificios militares y es la Torre Carbonero la mejor conservada, mientras que la de San Jacinto es la que presenta un peor estado.

Sin ningún tipo de oferta de ocio, gastronómica y de hospedaje, la playa de Doñana es idónea para emprender grandes paseos y dejarse llevar por los sones ambientales y por su constante oleaje. Tampoco cuenta con ningún tipo de distinción que acredite la calidad de sus aguas, pero en absoluto le hace falta, pues tiene méritos suficientes para demostrar su inmaculada naturaleza.

La playa del Coto es una de las menos transitadas del litoral onubense.

Los Palos marcan el principio de esta playa, justo cuando acaba Matalascañas.

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