Huelva

El santuario de la Cinta convertido en lazareto por las epidemias de finales del siglo XIX

  • En el Humilladero se paraban los trenes y los afectados trasladados al santuario

  • El Ayuntamiento de Huelva llega a suspender las fiestas en 1885 y 1890

Aspecto del santuario de la Cinta a finales del siglo XIX, tal y como se encontraba cuando era destinado a lazareto.

Aspecto del santuario de la Cinta a finales del siglo XIX, tal y como se encontraba cuando era destinado a lazareto. / 'HUELVA' AMADOR DE LOS RÍOS

El verano de 1885 hay una gran alerta, está la epidemia del cólera en España. Se tomarán medidas para la mejor higiene y limpieza, las casas se blanqueaban y qué lugar más blanco que la ermita de Nuestra Señora de la Cinta

Así, la casa de la Patrona de Huelva se convierte en lazareto, donde el 2 de julio de aquel año se encontraban siguiendo la cuarentena “once individuos procedentes de puntos declarados sucios”. El periódico La Provincia informa que “para comodidad de los detenidos el Ayuntamiento ha facilitado multitud de muebles, ha reglamentado todos los servicios y ha nombrado el personal necesario”.

Rafael López era el “director médico de dicho lazareto, con amplias facultades para el orden interior, y para resolver por sí lo que proceda, según las circunstancias y con licencias sanitarias de los detenidos (los que guardaban cuarentena)”.

En la consecución del lazareto había intervenido el alcalde Antonio García Ramos que dejaba la presidencia municipal, no sin antes “completar y dejar montado de un modo conveniente el lazareto de observación, que pueda servir de alguna garantía en favor de la salud del vecindario”.

En la epidemia de 1885, cuando la feria principal de Huelva era la que se celebraba en honor a la Virgen de la Cinta se suspendía en el mes de agosto por el Ayuntamiento, la razón era el hecho de “que más bien la época es de luto por las desgracias que afligen al país, que no propia para regocijos y festejos”. El consistorio, además, es previsor y acuerda que “la suma que se invierte en dicha velada se aplicará este año a socorros si fuese invadida nuestra ciudad”.

La situación en Huelva se alarma en los primeros días de septiembre cuando se tiene constancia de la llegada a La Palma del Condado procedente de Granada de unos 13 infectados, de los cuales llegarían a morir siete de ellos.

En Huelva también hay preocupación por la llegada de barcos de zonas donde se había declarado la epidemia como en Cádiz. Lo que provoca concentraciones de gente que reclaman protección ante el Gobierno Civil.

Hay bastante preocupación y la Sociedad Económica Amigos del País dona 10.000 reales para los socorros que fuesen necesarios de llegar a agravarse el cólera y agradece la gestión de los gobernantes en cuanto a la salud en Huelva se refiere.

Un anuncio que se hace en la misma jornada del 8 de septiembre, marcado ese año por la ausencia de la Velada de la Cinta, que había sido suspendida, aunque el comercio había seguido la costumbre de cerrar “y no ha dejado de divertirse”.

La noticia en ese momento es que “en toda la provincia la salud es buena”.

Anuncio fajas higiénicas o mascarillas, en la epidemia de 1885. Anuncio fajas higiénicas o mascarillas, en la epidemia de 1885.

Anuncio fajas higiénicas o mascarillas, en la epidemia de 1885. / FONDO DÍA HIERRO- ARCHIVO MUNICIPAL HUELVA

En 1885 se dan algunos avances sanitarios tan claros como evidentes y son el uso de las mascarillas, llamadas fajas higiénicas. La venta se anuncia en una sastrería de la calle Palacio: “Como preservativo de tan terrible plaga, se han recibido las fajas higiénicas; que tan recomendado ha sido su uso, en épocas de epidemias; por las celebridades médicas de Alemania, dando un satisfactorio resultado, a cuantas personas se han servido de ellas.- También son de suma utilidad, para las personas de salud delicada.- Se expenden, en la Sastrería Alemana; Palacio, 5. Donde se construirán en adelante, con arreglo a los modelos recibidos”.Pasa el tiempo y la realidad es que a mediados de julio de 1890 “el enemigo ha vuelto a asomar su deforme cabeza por algunos pueblos”, así se habla de lo que se vive en España.

Las medidas son contundentes y se ordena por el alcalde, de acuerdo con la Junta de Sanidad, la cremación de los cien sacos de arroz llegados procedentes desde Valencia, donde se había declarado el cólera morbo.

Se encontraban en los Pradillos, lugar de observación y fumigación de lo que entraba a la población.

El Humilladero de la Cinta como se encontraba en 1890. El Humilladero de la Cinta como se encontraba en 1890.

El Humilladero de la Cinta como se encontraba en 1890. / 'HUELVA'. AMADOR DE LOS RÍOS

La Junta Local de Sanidad, con ideas promovidas por el señor López Hernández, “en vista de las alarmantes noticias” que llegan de casos de epidemias en Extremadura, acuerda detener los trenes procedentes de Zafra frente al Humilladero de la Cinta. Se realizaba en todo el convoy que llegaba “una verdadera inspección sanitaria con todos los viajeros y mercancías”.

Mientras que todo aquel que a juicio médico podía ofrecer sospechas “de estar atacado por el mal”, se trasladaba a La Cinta que se había convertido en Lazareto; allí la estancia duraba “lo que determine el facultativo pero no pasará de ocho días”.

Respecto a las mercancías se acordó “el expurgo y fumigación y hasta el quemarlas si fueran muy contumaces”.

Se “suplicaba” a las compañías de ferrocarriles que a los viajeros de puntos sospechosos los hagan venir en un mismo vagón.

Amador de los Ríos, que visita Huelva en este tiempo para la publicación de su libro sobre nuestra provincia, se refiere a esta circunstancia y al santuario, “recientemente convertido en lazareto para los viajeros que procedentes de Gibraleón iban a Huelva en el otoño de 1890”.

El día 20 de agosto la prensa da cuenta del acuerdo tomado por el Ayuntamiento de Huelva de suprimir la Velada de la Cinta, lo que había “causado bastante disgusto en todas las clases sociales”.

La Provincia señala que “si el municipio consultara este acuerdo con la población, por medio del sufragio, llevaría una grandísima derrota. Y si vota el bello sexo sería el colmo. Han quedado bien los nueve ediles autores del acuerdo”.

A primeros de septiembre se anuncia en la prensa que para la Festividad de la Cinta se darían en el Hotel Colón dos bailes en los días 6 y 8, “los cuales prometen estar muy animados”, como así se confirmaría tras su celebración.

Lo cierto es que no había mucha animación por el hecho de que el santuario de la Cinta había sido destinado como lazareto, lo que supuso un problema y a la hora del anuncio de los cultos en honor a la Virgen de la Cinta por su festividad, la prensa se dirige “a las muchas personas que parece tienen algún reparo en visitar este año el santuario por estar destinado a lazareto”, dice que “no tengan en ello inconveniente, pues si bien está destinado, como otras veces, a ese objeto, afortunadamente hasta hoy no ha habido que hacer uso de él”. La hermandad anuncia para el domingo día 7 la velada y el lunes, festividad de la Virgen, la función religiosa.

El tiempo pasará y en el verano de 1899 el Ayuntamiento vuelve a solicitar el santuario de la Cinta para destinarlo a lazareto ante la amenaza del cólera morbo. Así desde la alcaldía se pide el uso de las habitaciones inmediatas al mismo, a lo que había accedió el hermano mayor, pese a algún recelo del presbítero Rafael Cansino, aunque tuvo el visto bueno del arcipreste y párroco de San Pedro, Manuel García Viejo, pero ese litigio es otra historia. Por el mismo sabemos que en aquella época en los domingos acudían al santuario entre cincuenta y sesenta personas y que se habían ahora realizado obras sin la ayuda municipal.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios