Santiago Gómez: “La organización de la Magna es una responsabilidad compartida”

Huelva vivirá este 20 de septiembre un acontecimiento histórico, enmarcado en el Año Santo, convocado por el papa Francisco bajo el lema Peregrinos de esperanza. Se trata de la Magna Mariana, una procesión con 24 imágenes de vírgenes coronadas de distintos puntos de la provincia onubense y sacramentales de la capital, que ha suscitado una gran expectación.

Pregunta.–Hace setenta y un años que Huelva acogió una Magna Mariana, fue el año de la creación de la Diócesis onubense, con el primer obispo, Pedro Cantero Cuadrado, y fue un éxito, es un buen precedente.

Respuesta.Aquel fue un acontecimiento que marcó el inicio de la historia de la Diócesis y ésta será también un acontecimiento que marcará, de algún modo, también esta historia, la actual. Entonces fue el inicio de la Diócesis y el centenario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción y ahora hacemos la Magna Mariana porque es el Año Santo. Nosotros empezamos a contar los años desde la Encarnación del Hijo de Dios, de Jesucristo. Estamos en 2025 y cada veinticinco años la Iglesia rememora ese misterio de la Encarnación, y ese es el sentido de la Magna Mariana. De alguna manera es una proclamación de Fe, los cristianos no solamente decimos que Dios existe, sino que señalamos a un hombre, a Jesús de Nazaret, hijo de la Virgen María, por el Espíritu Santo, y decimos: Ese es el hijo de Dios, en él hemos visto a Dios.

P.–Es una gran responsabilidad

R.–Es una responsabilidad compartida. Ha habido una comisión, que ha presidido el vicario general con el vicario para las Relaciones Institucionales y miembros del Consejo de Hermandades de la ciudad y otras personas, que están llevando el peso de la organización, por lo tanto, es una responsabilidad compartida con ellos y, también, todas las instituciones, particularmente el Ayuntamiento como las fuerzas de seguridad, están colaborando con esto, y la prensa está siendo un altavoz importante, que está ayudando a crear esta expectativa de la Magna Mariana.

P.–Están todas las administraciones colaborando muy activamente

R.–Tengo que agradecer a todas las administraciones esa colaboración. Desde el primer momento que se planteó hacer esta manifestación religiosa, se volcaron todas las administraciones. Realmente, sin su colaboración sería imposible. Movilizar toda la ciudad de Huelva como va a ocurrir en esa procesión, con tantos desfiles procesionales simultáneos en la ciudad, con la cantidad de personas que se espera que acudan, se habla de más de cien mil personas, eso sería imposible si no fuera por esta colaboración tan generosa y tan dispuesta, que han ofrecido todas las administraciones.

P.–Como ha comentado, es un Año Santo, un año especial, y no podía faltar una Magna Mariana.

R.–Pues sí. Si el Año Santo lo que celebra es la Encarnación, pues la Virgen es la protagonista de esa Encarnación. En Ella se hace carne el hijo de Dios y luego, además, es también un símbolo de comunión eclesial. Van a venir las imágenes canónicamente coronadas de la santísima Virgen de toda la Diócesis. El hecho de unirnos todos, cada pueblo, cada hermandad, cada realidad eclesial, con sus imágenes, también las imágenes de las hermandades sacramentales de la ciudad, es un gesto de unidad eclesial importante.

P.–Dijo en la presentación de la Magna Mariana, que confía que ésta brille como acto en este Año Jubilar

R.–Pues sí, ciertamente, es el acto más multitudinario que va a tener el Año Jubilar en la Diócesis de Huelva. Es verdad, que está acompañado de otros, porque esas mismas hermandades que vienen con sus imágenes titulares o esos pueblos que traen a sus Patronas han tenido o van a tener hasta el final del Año Jubilar, en diciembre, actos propios de la parroquia, de la hermandad, yendo a los templos jubilares... Además vamos a tener un Jubileo de los Catequistas, un Jubileo de los Consejos Pastorales y Económicos, y todo lo que se ha venido haciendo, pero la Magna es el acto más multitudinario y más, digamos, llamativo a nivel de medios de comunicación y como acto diocesano es el que más fieles va a concentrar.

P.–¿Qué espera de este día?

R.–Espero un día de fiesta, realmente, porque la Fe nos da alegría, saber que la realidad más honda de todo lo que nos preocupa cada día, más verdadera y más estable, es Dios, y Dios es amor, y, por tanto, proclamar esa buena noticia, que Dios existe, que es amor y que hemos conocido a Jesucristo. Por muchas cosas que nos preocupen, hay una realidad que tiene la última palabra, y esa palabra es de amor, de todo lo positivo que hay en el hombre, afirmarlo, no como una ensoñación sino como la realidad más sólida. Espero que eso genere, como estaba ya ocurriendo, esa alegría de encontrarnos, de proclamar la Fe, de anunciar nuestra Fe y de vivir el encuentro de una familia tan numerosa como hoy es la Iglesia en Huelva.

P.–¿Cómo le gustaría que se recordara esa jornada?

R.–Me gustaría que se recordara como un día alegre, primero de manifestación de Fe, de manifestación de lo que es la Iglesia y, al mismo tiempo, reconociéndonos todos con esa cercanía que nos da esta Fe profunda que hay en nuestro pueblo, en la gran mayoría de nuestro pueblo. Las imágenes que van a desfilar en la Magna Mariana sería como fotografías de nuestra madre. En casa tenemos fotografías de nuestra mamá cuando era una niña, cuando era joven, cuando se casó o cuando se hace mayor. Vemos distintas imágenes de una mujer, que es la misma, y le profesamos ese amor, que despierta nuestra madre. A mí me gustaría que la Magna Mariana fuera esto. Vamos a ver distintas imágenes de la Virgen y que todos las veamos con ese amor, de decir: Es nuestra madre, que nos acompaña, la que nos ha dado al hijo de Dios, la que es un ejemplo de vida cristiana, de discípula de Cristo, la que es un modelo de virtudes humanas y cristianas para todos, que nos reconociéramos en todas como reconociendo a nuestra madre en cada una de esas imágenes distintas, de cada pueblo, de cada barrio, de cada lugar del que vienen.

P.–¿Qué mensaje le gustaría que quedara?

R.–Un mensaje de que la Fe nos une, la Fe cristina nos une, y que de la vida cristiana cuando la celebramos, cuando la manifestamos, nace un gusto por vivir juntos, por la buena vecindad, por una ciudad que se ve unida, con proyectos capaz de hacer y, además, no solamente por ese futuro que entre todos tenemos que ir labrando, positivo, solidario, abierto a todos, especialmente a los más olvidados, a los más pobres, sino también un futuro que se abre a la vida eterna, porque la procesión es una imagen de la peregrinación de lo que es la propia vida, que no acaba en este mundo, pudiendo vivir en la compañía de la Virgen en el cielo para siempre.

P.–La Virgen de la Cinta volverá a ser protagonista

R.–Sí, es la Patrona de la ciudad, va a desfilar la última de todas las imágenes. Ella lo está siendo ya, desde el día 8. Se ha celebrado la novena en San Pedro, muy concurrida, acompañada por un Congreso Mariológico, los mismos ponentes fueron los predicadores de la novena. En la Virgen de la Cinta nos reconocemos todos los cristianos de Huelva. La Virgen de la Cinta, de algún modo, recapitula ese amor a la madre que todos sentimos.

P.–Tuvo la oportunidad, cuando se celebró la Función Principal en la catedral, de llevar a la imagen de la Patrona de Huelva hasta el paso

R.–Fue un momento bonito trasladar a la Virgen Chiquita con el hermano mayor al paso para la procesión posterior. En esos momentos cuando uno tiene algo tan sagrado entre manos y tan querido por el pueblo cristiano de Huelva, me surgió del corazón, mirándola tan cerquita, pedir por todas las personas de Huelva y de la ciudad, particularmente por los ancianos, por los pobres, por los que están solos, por los enfermos. Se acumulan un montón de intenciones y se le dice: Madre, mira a tu pueblo.