Remitido

“La sanidad pública sobrevive por la entrega y el compromiso de sus trabajadores”

  • El responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF, César Cercadillo, analiza la situación de la sanidad pública abordando los principales problemas que continúan lastrando este servicio público

César Cercadillo, responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF en Huelva.

César Cercadillo, responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF en Huelva.

Falta de personal, listas de espera, escasez de inversiones, tiempos de consulta mínimos; son sólo algunas de las deficiencias que CSIF viene denunciando en los últimos años.

–¿Ha mejorado el estado de salud de la Sanidad pública?

–La sanidad continúa estando enferma; sus síntomas son los mismos que hace diez o siete años, algunos de ellos agravados con el tiempo. La crisis no reveló el problema, simplemente lo empeoró hasta el punto de hacer peligrar este servicio público. Las administraciones han jugado con la Sanidad y, como hemos venido denunciado, los recortes en salud matan. Continuamos con problemas de personal y de inversiones y, aunque hemos conseguido avances, existen muchas deficiencias. La sanidad pública sobrevive, se sustenta y sigue funcionando por la dedicación, la entrega y el compromiso de sus trabajadores.

–¿No hay interés en invertir en la Sanidad pública?

–El problema es precisamente que para muchos directivos, gerentes y altos cargos la Sanidad es un negocio y no un servicio público. Cuando los profesionales no tienen libertad tenemos un grave problema. Es necesario primar el criterio clínico a la hora de tomar decisiones y no criterios economicistas para realizar derivaciones, prescripciones o petición de pruebas médicas. La sanidad no puede medirse en parámetros de rentabilidad; hablamos de algo tan serio como la salud de los ciudadanos y es algo que desde las administraciones no se valora, a veces por algún interés.

–¿A qué tipo de interés se refiere?

–Hace unos días, precisamente, CSIF denunciaba los problemas del servicio de lavandería del hospital Juan Ramón Jiménez por la falta de personal y de inversiones. El SAS lo está dejando morir conscientemente y, de hecho, se han llegado a enviar más de 3.000 kilos de ropa a una empresa externa de limpieza. Cuando deliberadamente no inviertes, los servicios no funcionan como deberían y esa es la excusa perfecta para externalizarlos. Es una política habitual del SAS; ya hemos sido testigos de numerosas privatizaciones y nuestra lucha es que se apueste por estos servicios públicos, de calidad, independientes y profesionales.

–Esa lucha por una Sanidad pública universal ha llevado a la calle a miles de personas…

–Cuando la sociedad toma consciencia del problema, cuando te tocan algo que sabes que te afecta, te movilizas. Y esa ha sido la situación de la Sanidad. Hasta que no se han palpado los efectos y las consecuencias no se han tomado en serio las denuncias que veníamos haciendo. Tenemos un claro ejemplo en lo que ahora llamamos el proceso de desfusión de los hospitales. Recuerdo cuando CSIF puso en marcha un referéndum sobre la fusión hospitalaria en el año 2013 en el que solo participaron los trabajadores, las movilizaciones cada semana en los hospitales o la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en 2016 ante la denuncia interpuesta por nuestro sindicato que paralizaba el proceso de fusión. Todo ello, sumado a las iniciativas de otras organizaciones, tuvo su resultado. Es un tema que nos unió a todos, sin distinciones. Hicimos fuerza porque también los onubenses entendieron que se estaba jugando con su salud y sufrieron los efectos de los recortes.

–Haga una radiografía a día de hoy de la Sanidad en la provincia de Huelva.

–La radiografía nos muestra unos centros de salud con carencias y problemas graves de mantenimiento e infraestructuras, en algunos municipios es tercermundista como el caso más reciente que hemos denunciado de Rosal de la Frontera. En zonas como la sierra, los facultativos tienen que atender varias localidades y las urgencias; ya hemos sido testigos de cómo desgraciadamente eso cuesta vidas. Tenemos cupos que superan los 2.000 pacientes por médico de familia cuando el límite debería estar en 1.500. El déficit de personal se sitúa en el 35%. Las listas de espera no mejoran y pruebas sencillas, precisamente como una radiografía, pueden demorarse meses. El tiempo dedicado a un paciente está por debajo de los seis minutos y a la Administración sólo le interesa cuántos usuarios ve un médico al día para mejorar los datos; porque para ellos esos pacientes sólo son cifras. Menos de seis minutos en consulta y puedes estar hasta diez horas esperando en Urgencias. Es el resultado de que Andalucía ocupe el último lugar a nivel nacional en inversión en Sanidad.

–Esas diez horas de espera a veces se traduce en crispación en los usuarios…

–Es entendible que cuando llegas enfermo o acompañando a un familiar necesites que te atiendan lo antes posible y te den respuestas. Lo normal sería que fueras atendido mucho más rápido y la espera fuera muchísimo menor. Lo sabemos. Y esa misma comprensión también debe extenderse a los trabajadores. Puedo asegurar que los profesionales están al 200%; sin hacer sus descansos obligatorios; doblando turnos; acudiendo a atender pacientes en sus días libres; dedicándole más tiempo a los enfermos para diagnosticarlos correctamente. Ellos no son culpables; también son víctimas de la política del SAS y de la escasez de personal, recursos y dotaciones. Esa frustración que sienten los pacientes al final lleva a agresiones físicas o verbales contra los trabajadores porque son ellos los que están dando la cara.

–¿De cuántas agresiones hablamos?

–Estamos a la espera de conocer las cifras del año 2018. Según los últimos datos que manejamos, en el 2017 se registraron 95 agresiones en la provincia de Huelva de las cuales 12 (un 12,6%) fueron físicas y 83 (un 87,4%) verbales, como gritos, amenazas o insultos. Estos datos, a juicio de CSIF, son alarmantes y preocupantes y reflejan una gravísima tendencia al alza en los últimos años. En 2015, se registraron 59 agresiones en la provincia de Huelva y en sólo dos años se han incrementado en 36 más, lo que supone un crecimiento de un 37,89%.

–En un contexto general, ¿en qué se ha conseguido avanzar en los últimos años?

–El logro más importante que CSIF ha logrado ha sido la restitución de las 35 horas que ha permitido crear más puestos de trabajo en la sanidad pública andaluza y, por tanto, mejorar la atención al paciente. También se ha fijado un incremento del 5% de la plantilla del SAS que, aunque dista mucho del 30% necesario, es un pequeño paso que permite avanzar en el camino de la recuperación. Estamos, además, llevando a cabo una campaña para exigir el incremento del presupuesto en Sanidad. Para los trabajadores, hemos conseguido el desbloqueo de la carrera profesional, la despenalización de las bajas laborales, medidas de conciliación, recuperación de derechos laborales y retribuciones, o la eliminación progresiva de los recortes.

–El próximo 20 de febrero se celebran los comicios en la Sanidad pública andaluza, ¿cuál es su mensaje para los trabajadores?

–Todos los profesionales del Servicio Andaluz de Salud tenemos una cita con nuestros derechos. Debemos convertir ese día en un acto reivindicativo, de lucha y compromiso con la Sanidad en forma de voto. CSIF concurre a estas elecciones con el aval del trabajo realizado, y la seriedad y profesionalidad que nos caracterizan, sin ataduras ideológicas y con la fuerza y la relevancia de un sindicato que engloba a todos los colectivos, con presencia en los principales foros de negociación a nivel autonómico, y también nacional. Estamos codo con codo con los trabajadores y ellos lo saben, son muchos años juntos; saben que no debemos favores ni aspiramos a ningún tipo de rédito más que seguir luchando y avanzando para ellos y con su confianza.