El "sangrante" pacto entre la UE y Turquía sobre los refugiados

La Declaración UE-Turquía del 18 de marzo es para Pilar Estébanez "uno de los acuerdos más ilegales y sangrantes" que existe porque devuelve a todo extranjero que llega de forma ilegal a las costas griegas, incluso a los sirios, a este país cercano a pesar de que en éste no se respeten los derechos humanos y ello suponga un flagrante riesgo y una amenaza de muerte para quienes allí arriban.

La cofundadora de Médicos del Mundo-España (1990) y de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria (Semhu), de la que actualmente es presidenta, criticó ayer en la UNIA, donde dirige el curso Asistencia sanitaria en crisis humanitaria. La crisis de los refugiados en Europa y Oriente Medio, que la UE firmara este acuerdo y cayera de esta forma en "la mayor ilegalidad". La decisión, tal y como recordó, fue adoptada por los gobiernos europeos, que no el Parlamento, que es "la voz del pueblo". Esta denuncia, así como otros temas y testimonios serán abordados mañana en una mesa redonda que tendrá lugar a las 19:00 en el Campus de La Rábida, y en la que participarán representantes de ONG de Huelva y que está abierta a todos los que quieran participar.

Según explicó la doctora en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid, el curso, que se desarrolla hasta el viernes en la sede rabideña de la UNIA, va dirigido a la asistencia sanitaria en crisis humanitarias en general, aunque se centra en el caso concreto de los refugiados por la demanda de los profesionales de la provincia. Así, destacó el interés que ha suscitado este curso no sólo por la actualidad de la problemática que aborda, sino también por la sensibilidad de muchos de los alumnos, que son fundamentalmente de Huelva. De compleja calificó Estébanez la situación respecto a la crisis de los refugiados porque "la sociedad responde, pero los gobiernos no, ellos están pensando en los votos y tienen mucho miedo".

Uno de los participantes del curso, Manuel Díaz Olalla, ex vicepresidente de Médicos del Mundo, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria y con más de 30 años de experiencia en estos temas, señaló que el objetivo de estos cursos es transmitir al personal sanitario y a las personas cercanas a estos problemas las circunstancias en las que se desarrollan estas crisis que ocurren en el mundo.

Según explicó, la mayor parte de las personas que participan en este tipo de ofertas formativas cuentan con experiencia en ayuda humanitaria en muchas partes del mundo y ha llegado un momento en el que han considerado que esas experiencias deben ser transmitidas.

En este sentido, el experto comentó que las personas que comenzaron a trabajar en cooperación al desarrollo y en acción humanitaria en España en los años 90, cuando tuvo lugar el boom vocacional , ya eran buenos profesionales en sus respectivas áreas (médicos, enfermeras, ingenieros, maestros, etcétera) pero desconocían la realidad que iban a encontrarse allí.

Sin embargo, para hacer un buen trabajo in situ y en esas situaciones de crisis no sólo hay que saber técnicamente cómo tratar los problemas, sino que hay que entender muy bien el contexto en que ocurren, cómo son las cosas allí, qué explicación tienen muchos de los fenómenos que se observan y que a priori no se entienden y con qué recursos, estructuras e infraestructuras de la zona se puede contar o cuáles no existen y tendrán que ser aportados.

Transmitir toda esa experiencia, según apuntó, supone una gran enseñanza para que las cosas se hagan mejor y para que se siga avanzando en dotar de calidad a la atención a las personas que sufren los efectos de los desastres naturales, las guerras o violencia.

Al hilo de esta cuestión, Estébanez recalcó que en España la mayoría de los profesionales cuentan con un nivel técnico muy elevado, si bien les falta formarse en las otras áreas para conocer a la población, para moverse en los campos de refugiados, en el acompañamiento, la protección a la víctima, lo psicológico, la atención quirúrgica o el control y prevención de enfermedades epidemiológicas. En este sentido, destacó la importancia de contar con una mirada multidisciplinar como base del éxito y para que la asistencia sanitaria se haga con calidad y eficacia.

Para Díaz Olalla el principio y el fin no está en el socorro y el rescate, lo que tiene lugar en un primer momento, porque cualquier crisis tiene un trasfondo que hay que saber tratar desde el principio. De este modo, hay que atender a personas en situaciones límite y para ello está la ayuda humanitaria, pero también hay que pensar en la gente que no ha sufrido el embate directo de la crisis, la guerra, la violencia o un desastre natural pero cuya supervivencia y futuro han quedado comprometidos porque se han quedado sin casas, fuentes de agua u hospitales.

"Esas personas que no son objeto de la intervención inmediata tienen un problema a medio plazo enorme. Ese es el enfoque que damos en este tipo de cursos porque los profesionales desde el primer momento tienen que saber qué va a pasar mañana y prevenir y crear infraestructuras, servicios y actuaciones que tengan un medio plazo en lo que puede ser la mejora de las personas y la mitigación de sus problemas", señaló.