San Platón, el poblado minero en Huelva abandonado y encantado

Enclavado en la Sierra onubense, sobre el curso alto del río Odiel, el poblado minero de San Platón es un vestigio de un pasado industrial que languidece entre la maleza y el tiempo. Pero, además de su valor histórico y paisajístico, este lugar parece albergar secretos que desafían toda explicación lógica. A decir de los testigos, sombras que parecen moverse entre las ruinas, voces de nadie y fenómenos inexplicables han convertido a este enclave en un punto de interés de lo paranormal.

Desde su abandono hace casi siete décadas, el poblado de San Platón ha sido consumido por la naturaleza, pero no por el olvido. En los últimos años, ha surgido una creciente cantidad de relatos inquietantes por parte de visitantes, investigadores y senderistas que se adentran en este lugar. Uno de los testimonios más recientes proviene de un grupo de aficionados a lo paranormal que, en una de sus expediciones nocturnas, captaron psicofonías que, según describieron, helaban la sangre.

“Subimos al cerro cerca de la medianoche, buscando registrar imágenes y audios del lugar, pero lo que obtuvimos fue algo completamente inesperado. Cuando revisamos las grabaciones, escuchamos una voz que claramente decía “¡No sigas!”, relató Jorge Gálvez, uno de los integrantes del grupo. “No había nadie más allí, y la claridad de la voz nos dejó completamente helados”.

Los expertos en lo paranormal que han analizado el material afirman que se trata de una de las psicofonías más nítidas registradas en la zona. Además, aseguran que no es la primera vez que algo así sucede en San Platón.

Sombras entre las ruinas

Otro fenómeno recurrente son las apariciones de sombras que parecen desplazarse entre las ruinas del poblado. Según los testimonios, estas figuras oscuras no corresponden a ninguna presencia humana. Rosa Beltrán, una fotógrafa aficionada que visitó San Platón al atardecer, asegura haber captado algo extraño con su cámara.

“Estaba tomando fotos de las casas en ruinas, y cuando revisé las imágenes, vi una figura en la ventana de una de las casas. Era imposible que hubiera alguien allí porque todo estaba cerrado y yo estaba completamente sola en ese momento”, declaró Rosa. “Cuando volví al lugar para verificar, no había rastro de nada ni de nadie, lo curioso fue que la tarjeta de la cámara se estropeo y sabes que eso es algo complicado, no imposible, que suceda”.

Los expertos que han estudiado el caso, como Javier Aradilla o Rafael de Alba, sugieren que “estas sombras podrían estar relacionadas con el sufrimiento que se vivió en el poblado durante su apogeo minero. Las duras condiciones laborales y la precariedad habrían dejado una “impronta energética” que sigue manifestándose de formas inexplicables” comentaban.

¿Almas perdidas?

Mi buen amigo Rafael de Alba me suele hablar de “almas perdidas”. Los habitantes de los pueblos cercanos también hablan de historias transmitidas por trabajadores en las que algunos aseguran que los mineros de San Platón, trabajaban en unas condiciones muy duras y alguno falleció en accidente, también otros por enfermedades derivadas de su trabajo, y nunca abandonaron realmente el lugar. “Mi abuelo contaba que, en las noches más frías, se podían oír los pasos de los mineros bajando por el sendero hacia el río, como si siguieran trabajando”, relató un anciano del pueblo.

A pesar de las advertencias sobre el difícil acceso y el peligro de transitar por un lugar en ruinas, San Platón es visitado (pero muy poco) por investigadores de lo paranormal. Algunos llegan equipados con grabadoras, cámaras de visión nocturna y detectores de movimiento, buscando encontrar los secretos que parecen habitar entre las piedras desgastadas.

Muchos coinciden en que el poblado tiene una atmósfera extraña, opresiva, como si el tiempo se hubiese detenido en un instante de dolor y desolación. Para otros, esa sensación es justamente lo que los impulsa a regresar, con la esperanza de comprender lo incomprensible.

Un lugar entre la historia y lo desconocido

San Platón es más que un conjunto de ruinas, se trata de un testigo de una época de esplendor y sufrimiento, un espacio donde la naturaleza y lo inexplicable se dan la mano. Quizá nunca sepamos la verdad tras de las sombras y las voces de San Platón, pero su leyenda, sin duda, seguirá creciendo entre aquellos que buscan respuestas más allá de lo racional.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correodecontacto.garciabautista@gmail.com