Un rincón con sabores marineros

Un rincón con sabores marineros
Un rincón con sabores marineros

GASTRONOMÍA y tradición marinera están estrechamente ligadas en una de las playas más occidentales de Andalucía, la de Punta del Moral, en el término del municipio fronterizo de Ayamonte, que asomada al océano Atlántico y abrazada al norte por el Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina, en el estuario de la ría Carreras, suma a sus más de 1.700 metros de frente litoral uno de los puertos pesqueros más pintorescos de toda la costa onubense, el de su mismo nombre. De él viven básicamente los vecinos del pequeño poblado al que abriga, bien por dedicarse directamente a la actividad pesquera extractiva, bien por haberse reconvertido a la hostelería, ofreciendo al visitante algunos de los mejores manjares cuya principal base son los frutos del mar recién capturados.

Flanqueada a levante por el espigón que separa su arenal de la desembocadura del Carreras, y a poniente por la playa de Isla Canela, también en Ayamonte, el enclave de Punta del Moral ya fue descubierto por los romanos, como lo atestigua su mausoleo y la gran cantidad de restos arqueológicos que esconde su subsuelo, con origen en el Bajo Imperio (siglo IV d.C.), los cuales también dan fe de la intensa actividad pesquera que en este lugar desarrollaron sus primeros moradores.

Su playa, con una anchura media de 55 metros, se caracteriza por su dorada y fina arena y por sus aguas tranquilas y moderado oleaje, componiendo una peculiar mezcla en la que conviven las viviendas tradicionales de los pescadores con el nuevo urbanismo costero.

Por otra parte su grado de ocupación es alto, siendo actualmente calificada desde el punto de vista de su edificabilidad como una playa urbana y de fácil acceso a pie, con buena dotación de servicios. Cuenta con un extenso paseo marítimo que se alarga y prosigue ininterrumpidamente por la aledaña playa de Isla Canela, además de con un moderno puerto deportivo, situado junto al poblado de pescadores, con un calado de bocana de 2,5 metros, y con un campo de golf, lo cual da valor añadido al turismo de sol y playa, así como a la visita a estos parajes, que también fueron descubiertos por los solitarios vigilantes de la Torre de Canela, edificada para salvaguardar la costa en el siglo XVI y que aún se conserva en sus inmediaciones.

En materia de equipamientos, las playas de Ayamonte (Isla Canela y Punta del Moral) cuentan con un total de 31 pasarelas de acceso, con una ducha en cada una de ellas. La vigilancia, realizada por miembros de Protección Civil, consta de 32 voluntarios más dos coordinadores, cinco torres de vigilancia, otros tantos módulos sanitarios, sillas anfibias, ambulancias, vehículos todoterreno y embarcaciones neumáticas. Igualmente disponen de accesos para personas con discapacidad y ofrecen la posibilidad de practicar numerosas actividades deportivas. A ello se suma más de medio centenar de establecimientos de gastronomía entre bares, restaurantes, chiringuitos o cafeterías, y disponen de carril bici habilitado.

Por lo que respecta concretamente a la playa de Punta del Moral, está equipada con un total de nueve duchas, cinco aseos públicos, dos módulos sanitarios, dos torres de vigilancia y una decena de accesos a la playa. También ofrece cuatro chiringuitos de instalación fija y con otros espacios lúdicos como club de vela, hidropedales, varada de embarcaciones, escuela de skimming, cine de verano y un tobogán gigante.

Punta del Moral cuenta con un moderno puerto deportivo situado junto al poblado de pescadores.

La playa ayamontina tiene una anchura media de 55 metros y arena fina y dorada.

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