‘Retales’, la honestidad brutal de Fidel Camacho

Trinchera Sonora

El músico onubense firma su tercer disco en solitario, un trabajo que respira verdad y rock clásico, y que refleja la personalidad generosa y apasionada de su autor

Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock. 
Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock.  / Francis Tejada
Jesús Pulido

Huelva, 25 de agosto 2025 - 02:25

En 1999, con 19 años, cayó en mis manos Honestidad brutal, el disco doble con el que Andrés Calamaro ponía toda su vida sobre la mesa sin filtros ni concesiones. Sin duda, uno de los que marcó aquella época en mi vida, que por entonces ya abrazaba el periodismo desde la facultad y juntando las primeras letras, meses después, en este mismo periódico en un verano inolvidable. Desde entonces, esa expresión me ha acompañado como una forma de entender la música: la verdad por delante, sin disfraces, sin miedo a mostrar cicatrices. Ahora, al escuchar Retales, el nuevo trabajo de Fidel Camacho, no encuentro mejor manera de describirlo. No porque se parezca a aquel disco —son mundos totalmente distintos—, sino porque en sus canciones late la misma sinceridad, la misma entrega sin condiciones.

Fidel es de esos músicos que no se entienden solo en un escenario o en un disco: su vida y su obra son la misma cosa. Desde La Redondela, se convirtió en parte de la historia musical de la provincia con los ya míticos Impacto, y más tarde participó en proyectos como Indecisos o Django’s Blues, además de un par de discos de autoedición en mancuerna con Miguel Ángel Molina. Su carrera en solitario, que ahora suma tres discos, es el retrato de un músico que ama profundamente el rock clásico, el de The Rolling Stones y los madrileños Burning, herederos españoles de sus satánicas majestades. Dos influencias que se cuelan en cada riff, en cada frase, en cada mirada cómplice que Fidel lanza cuando la banda está engrasada y el público está dentro del viaje.

Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock. 
Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock.  / Francis Tejada

Retales es un álbum hecho a fuego lento, con canciones concebidas como singles grabados entre 2021 y 2024, y reunidos ahora en un formato físico de tirada limitada bajo el lema “Tarde no es y prisa no hay”. Un lema que no es solo un guiño simpático, sino una declaración de intenciones: la música de Fidel no responde a modas ni a algoritmos, sino a la necesidad de contar, de compartir, de dejar huella. La producción de Make-Lele Records y la colaboración de Estudiomathica arropan un repertorio que huele a barra de bar, a noches largas y a guitarras que cuentan historias tanto como las letras.

En su forma de escribir hay algo profundamente humano: cada canción parece una conversación de madrugada, de esas que empiezan con una risa y acaban con un silencio cargado de significado. Escucharlo es sentarse frente a alguien que no tiene miedo a hablarte de amor, de derrotas, de calles recorridas mil veces. Fidel no decora la realidad, la abraza tal como es. Por eso su música rezuma honestidad y verdad: porque es exactamente él.

Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock. 
Fidel Camacho, en el concierto de presentación del disco 'Retales' en Huelva Rock.  / Francis Tejada

El disco cuenta con la complicidad de Santa Paziencia, una banda sólida y vibrante en la que figuran músicos con una enorme solvencia sobre el escenario como Carlos Camacho Jr. (bajo y voz) y el polifacético artista Juanjo Kamatxo (guitarra y coros), hijos ambos de otro mítico de la escena local como Carlos Camacho, además de Lydia Herrick (violín y coros), Víktor Rodríguez (batería), Feria (voz y coros), Juanma Vázquez (guitarra) y Sara Cosano y Fernando L. Rivera (letras y coros). Juntos logran que las canciones crezcan en directo, que adquieran ese pulso que solo se consigue cuando la banda funciona como una familia.

Pero más allá de la música, Fidel Camacho es, ante todo, una persona inmensamente generosa. Quien lo conoce sabe que reparte abrazos y besos como reparte acordes: sin guardarse nada. Su forma de ser es tan contagiosa como sus estribillos; su gratitud, tan inmensa como su amor por el rock and roll. Es fácil imaginarlo en una barra junto a Johnny Burning, compartiendo anécdotas y risas y, de paso, escribiendo sin proponérselo, las canciones de un nuevo disco. Sería apoteósico.

Retales es, al final, el retrato de un músico que sigue haciendo lo que ama, sin prisa pero sin pausa, fiel a sus raíces y a su gente. Un disco que, como su autor, se entrega entero. Honestidad brutal, en estado puro.

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