El respetable sentencia en la granja de los 'click'

El respetable sentencia				en la granja de los 'click'
El respetable sentencia en la granja de los 'click'
Teófilo Vargas / Huelva

04 de agosto 2013 - 01:00

ESTA Feria recortada en días obliga a concentrar los acontecimientos: pitos y gloria en una sola tarde. El respetable al sol e impaciente manda lo suyo, más que una presidencia algo despistada y dada a conceder orejas allí donde no las había. Ejemplo, la primera de El Juli tras un sonoro pinchazo. Nada nuevo, pues, en La Merced. Alguien tenía que pagar el pato y para eso están los toros. Es verdad que parecían sacados de la granja de los click de Playmobil, y que si uno parecía un novillo el siguiente daba la impresión de ser su hermano pequeño, pero el tendido comenzaba a vociferar sin verlos siquiera. Toro grande, ande o no ande. El Juli se llevó dos orejas poniéndose donde pocos lo hacen y Manzanares resucitó al final tras deambular desorientado en los dos primeros. Y como la noche se echó encima, tocaba lanzar fuegos artificiales. Y Puerta Grande.

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