La refinería de Cepsa registra las emisiones más bajas de su historia

Un récord de inversión ambiental (211,7 millones en la última década) se ha traducido en Cepsa Refinería 'La Rábida' en una rebaja histórica de los niveles de emisión atmosférica. Tras 41 años de actividad en Huelva, la petroquímica registró el año pasado sus mejores parámetros, rebasando el 88% de los objetivos de implantación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI). Así lo prescribe la Declaración Medioambiental de 2007 que ayer presentó el director de la refinería, Juan Manuel Díaz Cabrera, en el acto en que anualmente la compañía da cuenta de sus políticas ambientales y su acción social.

Las inversiones y costes medioambientales se elevaron en el último ejercicio a 19,98 millones de euros. Uno de los réditos más positivos fue la reducción de la contaminación atmosférica: las emisiones de partículas, azufre y óxido de nitrógeno se mantuvieron en el último ejercicio entre el 33 y el 78% de los límites máximos permitidos, consiguiendo en todos los indicadores reducciones de más de diez puntos en relación a 2006, alcanzando en algunos casos el 30%.

En cuanto al dióxido de carbono, se emitieron 181.000 toneladas menos en relación a los derechos asignados a la refinería en el Plan Nacional de Asignación de Emisiones de CO2 2005-2007.

En general, con las medidas correctoras que se han puesto en marcha en los últimos 12 años, los valores de emisión se han reducido un 68%. "Hace tres años -destacó Díaz Cabrera- ese descenso fue del 50% en comparación con 1995, lo que avala el éxito de la gestión ambiental de 2007, un año en el que hemos superado las exigencias de la legislación en la mayoría de los parámetros, que se mantuvieron por debajo de los nuevos límites".

En esta línea, el director del complejo petroquímico subrayó "el esfuerzo de la compañía, afrontando un proceso de adaptación que supone establecer nuevas prácticas operativas y programas de actuación, así como garantizar en todo momento la aplicación de las mejores tecnologías disponibles en el ámbito de la gestión medioambiental".

Igualmente se dieron el año pasado importantes pasos en el programa de detección y reparación de Fugas -una de las prioridades de la AAI- con la revisión de más de 6.000 equipos de posibles fugas en la refinería. A lo largo de 2007, se identificaron fugas de compuestos volátiles sólo en el 4,5% de los elementos comprobados, eliminando el 51% de las fugas. Este año el programa se ampliará a otros 1.700 equipos.

En cuanto a los efluentes líquidos, en el punto normal de vertido de la refinería se redujeron un 10% respecto a 2006, situándose un 40% por debajo del límite autorizado. La calidad del vertido respecto a los parámetros legales diarios fue prácticamente del 100%. Lo mismo ocurrió respecto al límite mensual, excepto en el amoníaco y DQO, cuyos valores sí se redujeron de forma importante con la entrada en servicio de la modificación de la Planta de Tratamiento de Efluentes Líquidos (PTEL) en el segundo semestre de 2007.

El volumen de residuos gestionados por Cepsa el año pasado se elevó a 6.407 toneladas, lo que supone un incremento en relación a las 2.942 toneladas de 2006 -la cifra más baja de los últimos años-, aunque está por debajo de las 8.113 toneladas de 2005. El aumento se debe, básicamente, a una mayor actuación de la PTEL y al desmantelamiento de la planta de lubricantes a inicios de 2007.

El reciclaje de residuos fue cuatro veces mayor al del año anterior, superando las 5.000 toneladas. Díaz Cabrera destacó asimismo la valorización energética realizada, por vez primera en la refinería de La Rábida, de 535 toneladas de lodos.

El gasto en gestión ambiental también se ha traducido en actuaciones sobre los productos, de forma que las inversiones de los últimos años han permitido producir ya en 2007 el 10% de las gasolinas y el 8% de los gasóleos con la calidad que se exigirá a partir de 2009, que implica una reducción de azufre.