El rector pide más financiación en la apertura del curso universitario

Tradición y modernidad se dieron la mano ayer en la inauguración del curso universitario 2008/09. La solemnidad e inmovilismo del ceremonial se vio contaminada, en el mejor de los sentidos, por una apertura del acto de lo más cosmopolita y acorde con los tiempos con la reproducción de un documento audiovisual en el que la Universidad de Huelva mostró a los presentes su mejor cara. Lo cierto es que fueron unos 'minutos publicitarios' a los que el público atendió encantado por la calidad del vídeo, lo ameno y la claridad expositiva.

Pero como si de un espejismo se tratase, el 'Gaudeamus igitur' entonado por el coro de la Universidad de Huelva, acabó con todo atisbo de modernidad en el interior del salón de actos del edificio Jacobo del Barco cuando pasaban quince minutos de las doce del medio día. La comitiva académica hizo su entrada con la misma parsimonia con la que el coro de la Onubense cantaba los versos del himno universitario.

Las cuatro primeras filas de la mitad izquierda del patio de butacas quedaron coloreadas por los austeros, aunque pintorescos atuendos de los señores caustrales, es decir, los profesores de la UHU que ostentan el título de doctores. Hasta que al fin, los vicerrectores escoltados por el rector de la Universidad de Huelva, Francisco José Martínez y el invitado rector de la Universidad de Córdoba, José Manuel Roldán Nogueras, Julio Revilla, el presidente del Consejo Social de la UHU, la directora general de Investigación, Tecnología y Empresa de la Onubense, Susana Guitar, y la secretaria general, Sonia Rodríguez, ocuparon junto aquellos sus respectivos puestos, los unos en la mesa presidencial y los otros en la sillas preparadas en el extremo derecho de la tarima. Enfrente, ya estaban preparados Petrolina Guerrero, la presidenta de la Diputación de Huelva, Manuel Bago, delegado del Gobierno en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, delegado de la Junta en la provincia, y Enrique Pérez Vigueras, teniente alcalde del Ayuntamiento de la ciudad.

Con todos en sus puestos, el rector anunció la inminente investidura de los nuevos doctores. Nueve fueron los profesores de la Universidad de Huelva que, orgullosos, recogieron su birrete laureado "antiquísimo y venerado distintivo del magisterio, llevadlo sobre vuestras cabezas como la corona de vuestros estudios y merecimientos". Éstas fueron las palabras del rector que dieron paso al desfile de los nuevos doctores.

Sin duda, fue la lección inaugural la que protagonizó el acto. En esta ocasión, fue el doctor de la Onubense, Ramón Mendoza Berjano, quien instruyó a los presentes con su parlamento sobre la adolescencia desde una perspectiva histórica con el objetivo de explicar la situación actual. Durante toda su exposición, el profesor se esforzó en verificar su hipótesis basada en una visión positiva de los adolescentes. "La adolescencia no es forzosamente una etapa conflictiva" precisó y añadió que "es un fenómeno cultural por lo que no existe en todas las culturas y termina cuando el sujeto es maduro de forma que pueda funcionar socialmente como un adulto". Valiente y conciso, Mendoza afirmó con rotundidad que "la escolarización obligatoria se ha dilatado enormemente" y que "demora muchos años el ejercicio de los roles adultos", es decir, demora la superación de la adolescencia. Pero el profesor mantuvo su visión positiva que impregnó todo su análisis. Afirmó que los adolescentes no son rebeldes "sino que acatan las normas sociales porque necesitan ser reconocidos por la sociedad en la que viven, pero necesitan normas razonables y razonadas", y reflexionó sobre la importancia de la familia en el ámbito de los nuevos espacios audiovisuales, para cuyo consumo es necesario poseer un espíritu crítico que tiene que ser inculcado en el seno de su entorno familiar, argumentó.

Así, el profesor Ramón Mendoza Berjano rompió una lanza a favor de los adolescentes, expuso una breve crítica al sistema escolar actual y reclamó el papel de la familia como principal educador y guía de los adolescentes.

Al terminar, Francisco José Martínez tomó el turno de palabra para pronunciar el discurso de apertura del curso. Con sus palabras, el rector transmitió a todos los presentes su pasión por la Universidad de Huelva y su afán porque ésta cumpla con los objetivos de calidad y excelencia que centran la razón de ser de la UHU. Enumeró muchos de los progresos conseguidos aunque también repasó lo que queda por hacer desde una perspectiva esperanzadora. Aunque no de forma explícita, Francisco José Martínez denunció el escaso presupuesto que limita a la UHU y que ralentiza muchos de sus proyectos.

El rector se refirió con admiración a los profesores, con buenas intenciones a los alumnos y con palabras de agradecimiento a los miembros del PAS, y expuso alguno de los mayores logros de los últimos años. En lo económico, la deuda de la Onubense se ha reducido a más de la mitad de su cuantía en cuatro años. "En 2004, la deuda era del 155% del presupuesto mientras que ahora ha bajado hasta el 65%, pero aún necesitamos más financiación", según concretó el rector y, junto a ello, subrayó el crecimiento de la Universidad de Huelva en materia de infraestructura e innovación. La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (Eees) fue otra de las referencias más destacadas que calificó de éxito.

La Universidad de Huelva joven, dinámica, innovadora en crecimiento, investigadora, muy interesada en la vocación internacional, para la que los alumnos son el objetivo primordial y que escasea de financiación. Éstas fueron las claves que marcaron el discurso del rector quien pronunció sus palabras desde una visión positiva y esperanzadora, dando paso al nuevo curso.