Un recorrido por el legado inglés

El legado inglés de la provincia onubense está presente a través de innumerables testigos arquitectónicos que enriquecen el patrimonio histórico de la ciudad y que están al alcance de las nuevas generaciones que, en gran parte, desconocen los testimonios que aguardan en sus entrañas. Por ello, el Ayuntamiento, a través de la concejalía de Turismo, ha puesto en marcha una iniciativa para dar a conocer a los más pequeños las vicisitudes de la presencia británica en Huelva y las causas de su asentamiento en estas latitudes. A las 11:00 de la mañana un grupo de niños de entre 8 y 11 años, se dieron ayer cita en el Centro de Interpretación Puerta del Atlántico, donde los paneles informativos, plagados de imágenes peculiares llaman la atención de Álvaro que divisa el apartado dedicado al Recreativo de Huelva, donde reconoce a jugadores del último ascenso del equipo onubense y se queda rezagado del resto del grupo.

Las minas de Ríotinto tienen el honor de inaugurar la sucesión de fotografías antiguas que se proyecta a través de un power point, mientras la charla explicativa de una de las organizadoras se encarga de guiar las miradas atentas de los niños por un recorrido a través de uno de las señas de identidad de la historia onubense. Un mapa trata de situar espacialmente los enclaves principales donde permanecieron los ingleses a finales del siglo XIX.

Los pequeños apenas son capaces de retener las letras iniciales de los nombres de los minerales que se extraían diariamente y que se descargaban en el Muelle del Tinto, como la calcopirita, goethita o malaquita, sin embargo, la explicación sobre las aplicaciones y usos en el mundo de la medicina, la arquitectura o de la industria les hace abandonar el universo abstracto de la materia prima en su estado original por un mundo cotidiano materializado en edificios como la Torre Eiffel y elementos que están presentes en sus casas como los cables o las tuberías.

La grandiosidad y robustez de la locomotora y los vagones que recorrían el ferrocarril Ríotinto- Huelva, despierta la admiración de los niños. Desconocen la repercusión de este acontecimiento en la economía de la época, sin embargo el testimonio indeleble que se conserva a través de la fotografía, ayuda a los pequeños a calibrar la importancia de estas infraestructuras y vislumbran la honda huella inglesa que socava la ciudad en la que viven.

A través de la charla, los niños pudieron conocer los orígenes de un edificio emblemático como la Casa Colón, en el que han asistido a representaciones teatrales o actuaciones musicales. En sus albores las instalaciones sirvieron de hotel al que los ingleses le otorgaron la función de albergar a viajeros procedentes del extranjero, en su visita a los actos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento de América.

El Barrio Obrero es uno de los enclaves más característicos de la presencia británica, que recibió el nombre de Barrio Reina Victoria en honor a la monarca inglesa del momento. A través de la comparativa con instantáneas actuales, los pequeños identifican el emplazamiento de esta zona residencial, creada para albergar a los trabajadores de las minas. Las equipaciones de los primeros jugadores del Recreativo, ponen en evidencia en la mente de los niños la evolución estilística y estética que puede observarse en las camisas y cinturones que se usaban en los partidos de fútbol o los sombreros, corbatas y pajaritas que componían los atuendos del criket, que juntos al tenis eran los tres deportes estrella.

Tras este recorrido ameno y pedagógico por la historia onubense, es momento de poner en práctica los conocimientos adquiridos a través de una sopa de letras, pasatiempo al que se suman algunas madres que han quedado fascinadas por las reliquias del pasado que configuraron una idiosincrasia onubense indisociablemente ligada a los ingleses.