enrique jorquera dermatólogo adjunto del hospital juan ramón jiménez

"La ratio de dermatólogos está muy por debajo de la media nacional"

  • La provincia cuenta con un especialista por cada 100.000 habitantes mientras que el promedio español es de 2.8 Las consultas registran un gran auge de casos banales

La provincia de Huelva padece una gran escasez de especialistas dermatólogos lo que tiene, entre otras consecuencias, un elevado nivel de consultas para los facultativos que trabajan en la Sanidad pública onubense. Huelva cuenta con 5 dermatólogos, lo que supone una ratio de un especialista por cada 100.000 personas. La provincia se queda muy por debajo de las expectativas. Sólo hay que indicar que la ratio nacional es de 2.8 dermatólogos por 100.000 habitantes. Enrique Jorquera es dermatólogo adjunto del hospital Juan Ramón Jiménez y coordinador de la Sección Andaluza de la Sociedad Española de Dermatología, cuya reunión comienza hoy en Huelva y se desarrolla hasta mañana.

-No parece que la situación actual de la especialidad sea muy positiva.

-Los dermatólogos nos sentimos como los parientes pobres de la Medicina. Sin embargo, es una especialidad que está experimentando un auge enorme, por lo que estoy convencido de que tendrá un futuro más halagüeño.

-Tengo la percepción de que, con la evolución que ha tenido la sociedad, la demanda en dermatología ha experimentado un gran auge. ¿Es así?

-La demanda dermatológica es actualmente muy alta, lo que corresponde a una percepción distinta de la piel en nuestra sociedad, ya que el componente estético se valora mucho. A esto hay que añadir que Atención Primaria no supone un gran cortafuegos para los casos banales. La mayoría llega hasta nuestras consultas, aunque los médicos de familia sostienen que lo que derivan es sólo la punta del iceberg de lo que ven en los centros de salud.

-¿Piensa que Atención Primaria podría jugar un papel más importante?

-Creo que los casos menos complicados deberían ser abordados por los médicos de familia, pero hay que tener en cuenta, por otro lado, que nuestros pacientes potenciales abarcan desde los niños hasta los ancianos y desde el pelo hasta las uñas de los pies, de manera que atendemos a un gran espectro poblacional.

-Hablaba de casos banales; ¿muchos de éstos tienen que ver exclusivamente con la estética, sin poseer ningún carácter patológico?

-Nos vienen muchos casos con componente meramente estético. Como le comentaba antes, vivimos en una sociedad en la que la imagen ha ido ganando en importancia y la gente quiere verse libre de todas aquellas cosas que consideran que les perjudican de un modo u otro. Nuestro cometido, no obstante, es intentar esquivar este tipo de situaciones porque entiendo que la Sanidad pública está para tratar patologías, aunque este cribado no siempre se consigue al no existir un catálogo de servicios que se puedan prestar. Estamos convencidos de que, dentro de un tiempo, nos vendrá multitud de casos de personas que quieren quitarse un tatuaje, que les arreglemos los problemas que les ha ocasionado una mala depilación por láser, que quieren que les vuelva a crecer el vello y cosas así.

-¿Cómo se cuantifica ese aumento de pacientes o de consultas en su especialidad?

-Le puedo decir que en 2013 vimos a 23.000 pacientes en Consultas Externas; un año antes fueron 20.000 asistencias y eso sin contar los casos que proceden del propio hospital. Eso significa un aumento de un 15% en solo un año y, para todo ello, somos sólo tres dermatólogos que llegamos a tener sesiones de hasta 50 pacientes diarios. La plantilla de especialistas se completa con otros dos en el Infanta Elena.

-¿De qué manera les afectará el nuevo Complejo Hospitalario de Huelva?

-Con el futuro Complejo Hospitalario seremos un total de cinco para tratar a toda la población de la provincia, incluida la zona de la Sierra, ya que los especialistas del Juan Ramón e Infanta quedaremos unificados en un único servicio. A ello hay que añadir las incógnitas sobre la derivación de pacientes al hospital Blanca Paloma, con lo que la situación es realmente muy agobiante, pues también en el aspecto quirúrgico este centro sanitario suponía una ayuda. Llego a la conclusión de que somos una especialidad que no le resulta cara a la Administración; como la mortalidad es muy pequeña, no se nos ha tratado con la misma consideración que a otras áreas de la medicina.

-Dermatología ha suscitado ciertas polémicas en lo que respecta a los tratamientos. Algunos pacientes se quejan de que sus medicamentos son productos cosméticos.

-Nos encontramos con una situación en la que crisis ha provocado una labor de concienciación. Es verdad que hay personas que, por sus problemas con la piel, precisan de protectores o cremas hidratantes que son productos cosméticos y que, por lo tanto, no pueden ser cubiertos por la Seguridad Social. Es verdad que habría que abordar algo pensando en ellos.

-Siguiendo con los medicamentos, ustedes han sido protagonistas de la irrupción de los de carácter biológico, que han tenido excelentes resultados.

-Efectivamente, los medicamentos biológicos han causado una mejora enorme de la calidad de vida de algunos pacientes. Ese es el caso de los afectados por la psoriasis. Para ellos, los tratamientos biológicos son muy eficaces, pero el problema es que tienen un coste muy elevado. Esto a los médicos nos genera un conflicto: por un lado, nuestro objetivo prioritario es la curación o mejoría de nuestro paciente pero, por otro, somos conscientes de que esos fármacos se pagan sacando dinero de las arcas públicas y que son tratamientos de carácter permanente ya que no son curativos. Esta es la razón por la que a los medicamentos biológicos tienen acceso aquellos pacientes cuyo estado de afección es muy importante y a los que los tratamientos convencionales no les ha supuesto una mejoría notable. En todo caso se trata de decisiones políticas.

-No se trata, desde luego, de decisiones fáciles...

-Anteriormente había unos medicamentos que eran cubiertos por la Seguridad Social, y que también daban muy buenos resultados, pero que con posterioridad fueron descatalogados. Hay que entender, no obstante, lo que supone para un paciente que sufre una enfermedad discapacitante y a la que hay que sumar repercusiones psicológicas ver cómo su situación mejora. A estas personas no es fácil decirles que deben dejar esos tratamientos biológicos pero, a su vez, entiendo que no son decisiones fáciles para el Sistema Nacional de Salud que se ve en la tesitura de dar respuesta a muchas de las demandas que le vienen de numerosos colectivos de pacientes.

-¿Quiénes acuden más a sus consultas los hombres o las mujeres?

-Diría que algo más las mujeres aunque tampoco supone una diferencia desequilibrante.

-Una de las facetas de la actividad de los dermatólogos, muy desconocida por cierto, es la quirúrgica.

-La actividad quirúrgica la desarrollamos en el Vázquez Díaz. La que realizamos el año pasado supuso, nada menos, que 2.500 intervenciones: 500 de cirugía mayor ambulatoria y 2.000 de la menor. Creo que hay cosas que podría hacer Atención Primaria pero nosotros asumimos una enorme actividad pese a que no contamos con cirugía plástica. Pese a ello somos muy eficaces ya que solo el 5% de los casos que nos llegan son enviados a Sevilla que es donde sí se cuenta con cirugía plástica. Somos conscientes de que la parte quirúrgica es muy importante y a nosotros acuden casi todas las especialidades, cuando se trata de aspectos externos, de manera que no contamos con ayuda de los cirujanos generales a excepción del que se encuentra en el Hospital de Riotinto.

-¿Cuáles son las intervenciones que se realizan con más frecuencia?

-Lo que hacemos con más frecuencia son las plastias, es decir, el uso de colgajos o trozos de piel con el que se cubren heridas o marcas. Como le he dicho antes, nuestra actividad consigue que solo el 5% de los casos sean derivados a Sevilla. Quiero subrayar que Andalucía es pionera en la cirugía dermatológica nacional. Hay un gran centro situado en Granada al que se sumó el de Sevilla.

-¿Detectan muchos melanomas malignos?

-Cada vez más y tenemos que tener presente que vivimos en una zona con una fuerte insolación. La mayoría de los que se diagnostican son casos derivados desde Atención Primaria. Parece que esa preocupación por la estética, que se ha extendido tanto en los últimos años, tiene también la parte positiva de que la gente esté más pendiente de la evolución y la observación de su piel de modo que consultan a sus médicos de familia cuando ven que les ha salido algún lunar o mancha. Así, de unos 100 lunares que ven estos facultativos nos derivan el 10% como posibles melanomas. Es bastante más raro que estos tumores los detectemos, de primeras, en la consulta del especialista.

-¿El tratamiento del melanoma se realiza en Huelva?

El diagnóstico y el tratamiento quirúrgico del melanoma lo realizamos en Huelva salvo la prueba del ganglio centinela que, al igual que se hace en los casos de tumores de mama, se lleva a cabo para confirmar la existencia de metástasis. Esa prueba hace que los pacientes tengan que desplazarse a Sevilla.

-Otro grupo de usuarios de sus consultas son los afectados por el lupus.

-Se ven con bastante frecuencia y tratamos las lesiones que afectan a la piel. Cuando éstas atacan a otros órganos son los profesionales de Medicina Interna quienes les hacen el seguimiento.

-¿Qué pide como dermatólogo?

-Que se reconozca como una especialidad importante y que se nos valore; que dejemos de ser lo que popularmente nos decían: los médicos que recetan cremas. De hecho antiguamente estábamos considerados un apartado más de la Medicina Interna.

-¿Es una especialidad solicitada por los MIR?

-De las más solicitadas, quizá por ese aumento del interés por la parte estética que posee la piel.

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