No hay quinto malo

Es una de las administraciones más señeras de la capital onubense, la que primero instala la decoración navideña. La de la Plaza de El Punto, con su inmenso muñeco de Papá Noel en la puerta, repartió ayer suerte entre su clientela: vendió una serie -diez décimos- de uno de los quintos premios de la Lotería de Navidad, que celebra en esta edición su bicentenario.

El lotero, Carlos Márquez, dispensó este verano (cuando se acababa de abrir la venta del tradicional sorteo) la decena de boletos del 11.419 que ha resultado ganadora del quinto premio. En total, 60.000 euros que harán felices a muchas personas en esta época de crisis. Aunque aún no conoce el nombre de todos los agraciados con los 6.000 euros por décimo que ha repartido, explicó ayer que "sí sé que le ha tocado a una chica que reside en Madrid y que todos los años me compra lotería de Navidad por teléfono: le mandé unos siete u ocho y uno de ellos es el que tiene premio".

Exultante de alegría, se rodeó de los suyos y de una nube de medios de comunicación, abrió dos botellas de champán y brindó por sus clientes afortunados: "Es como si hubiera repartido el Gordo, estoy muy feliz". Y es que pese a que la céntrica administración capitalina funciona a pleno rendimiento desde 1987, "ésta es la primera vez que doy un premio de Navidad". No obstante, sí que ha repartido otros muchos en sorteos como el de la Primitiva.

Para Márquez, "como lotero esto es como el que juega la Champions, porque nos llevamos cuatro meses trabajando mucho y ahora llega la recompensa", confesó emocionado. Su familia y él ponen todo su empeño en regalar siempre una sonrisa a su público y se emplean a fondo para que la decoración de la administración sea espectacular.

Como curiosidad, ayer se celebraba el Mercado Hebreo navideño en la Plaza de El Punto, con lo que la indumentaria de muchos de los curiosos y clientes de la administración era de época, un auténtico viaje en el tiempo que atrajo la mirada de familias enteras, que se acercaron al establecimiento para celebrar con Carlos Márquez que la suerte había llegado a Huelva.

Uno de los trabajadores de este singular mercado "se ha acercado hasta aquí disfrazado y con su cabra a comprar un décimo para la Lotería de El Niño", que se celebra el próximo 6 de enero. Esta adquisición ha sido casi una excepción, porque no será hasta hoy cuando se anime la venta del venidero sorteo, especialmente entre aquellos a los que ha tocado el reintegro "y que lo suelen invertir en El Niño", por si les sonríe la fortuna. Al que le toca la pedrea, aseguró Márquez, "se suele dejar menos en nuevos décimos y normalmente se va a comprar los regalos de Reyes".

Entre estos afortunados está la comunidad educativa de la Universidad de Huelva, a la que el lotero vendió décimos acabados en 84, la terminación del tercer premio (64084). "A los estudiantes y a los funcionarios, que se han quedado este año sin paga de Navidad, les van a venir muy bien estos eurillos y yo me alegro mucho de habérselos repartido", confesó Carlos Márquez.

Igual algún día, no muy lejano, expende el Gordo y hace millonario a más de un onubense. Le haría mucha ilusión y espera que la suerte le sonría aún más otro año.

Al ser agraciados con 6.000 euros por décimo, no espera recompensa económica de los premiados. Afirma que se conforma con la satisfacción de haber dado, al fin, en premio navideño, "con la publicidad que estamos obteniendo y con el agradecimiento de mis clientes". Y es que ya se sabe, no hay quinto malo.