La pureza del fandango de Huelva

Fandangos de Huelva. Antología de los Cantes de Huelva. No podía ser otro el título de su primera obra, del legado que quiere dejar a los amantes de esta rama del flamenco. El cantaor onubense Mario Garrido (Huelva 18-11-1946) acaba de sacar al mercado su primer trabajo discográfico en solitario después de más de cincuenta años entregado en cuerpo y alma al cante. Después de ese medio siglo de experiencias y, por supuesto, reconocimientos a su valía, Mario ha querido hacer "con mucho cariño algo propio de mi tierra" y el resultado ha sido este disco, con 19 estilos de fandangos de la tierra onubense y una seguidilla alosnera. A la guitarra le acompaña Antonio Dovao, las percusiones corren a cargo de Camilo Villarán y las voces de los coros corresponden a María Isabel Garrido, hija del artista, Gema Miñaca y Elena Bellido.

Mario comenzó a arrancarse al compás de una guitarra cuando tenía solo 9 años. Desde entonces, tiene especial debilidad por el cante de su tierra, el fandango, así como los demás palos del flamenco. Se trata de un cantaor de referencia obligada que ha creado escuela con el paso de los años y su buen hacer en el difícil arte del flamenco. Su trayectoria profesional y artística ha sido reconocida con numerosos y prestigiosos galardones y premios entre los que destacan la Solera Flamenca, en Bollullos; Vendimia, en Almonte; La Espiga de Oro, en Trigueros; Ciudad de Aracena, en Aracena; La Bolera, en Cartaya; El Candil Minero, en El Campillo; y Premio Nacional de Fandangos y Malagueñas, en Jumilla (Murcia), entre otros.

Por otro lado, el cantaor de Huelva ha intervenido varias veces en la Bienal de Sevilla y en la Feria Mundial de Flamenco. También ha sido finalista dos veces en el concurso de la Federación de Peñas Flamencas de Andalucía y de España, y en varios países de Europa. Además, ha participado en varios programas de televisión, en diversas operas flamencas y en teatro flamenco.

Mario pertenece al cuadro de cante de la Peña Flamenca de Huelva desde 1973, en cuya academia imparte clases de cante y ha participado en los tres discos editados por esta peña.

Pese a su exitosa carrera, Garrido se considera una persona sencilla y humilde. Es también muy bromista, muy amigo de sus amigos y servicial, y le gusta la formalidad.

Además del cante, otra de las aficiones de Mario son los toros y la caza. Su disco se lo dedica de manera especial a su mujer Mª Isabel Rodríguez "por su paciencia, amor y tantos años de felicidad".