Psicología y Salud: El diálogo interno

Todo está en tí

Este diálogo se manifiesta en forma de pensamientos y frases, que suelen ser negativas porque el aprendizaje que hemos tenido nos produce muchos miedos, ansiedades e inseguridades

Una mujer pensativa.
Una mujer pensativa. / M.G.
Emma García Mendoza

23 de junio 2024 - 05:00

Huelva/El diálogo interno es el que tenemos con nosotros mismos. Cuando nos hablamos estando a solas o cuando estamos en un grupo también aparece este diálogo. Este diálogo es en forma de pensamientos y frases, las cuales suelen ser negativas porque el aprendizaje que hemos tenido nos produce muchos miedos, ansiedades e inseguridades. Aun así, si ese diálogo interno lo pasamos a algo positivo, es cuando podemos animarnos y llevar a cabo todos los proyectos, objetivos y motivaciones que necesitamos para conseguir estar en paz con nosotros y alcanzar nuestras metas.

Hay personas que, en función de la situación, responden de diferente manera, dado que el diálogo interno es diferente cuando es negativo a cuando es positivo. En el caso de ser negativo, serían frases como el “no voy a ser capaz, no voy a poder, voy a perder el control o me va a salir fatal”. En cambio, si es un diálogo positivo, redundará en frases que animen como “venga tú puedes, sé que estoy preparada”. El miedo pasa y voy a aprovechar la ocasión para afrontarlo.

Muchas veces adelantamos y anticipamos situaciones que no tienen por qué terminar sucediendo y, en este sentido, podríamos dividir el diálogo interno negativo en cuatro.

El primero de ellos es el autocrítico, aquel que está continuamente valorándose negativamente por su comportamiento, así como continuamente atacándose con sus defectos y sus limitaciones. Hace que su vida sea un horror, pues piensa que por él mismo no puede afrontar algo, por lo que se vuelve muy dependiente de otras personas y se compara continuamente con los demás. Al compararse, tiende a hacerlo con personas que, para ellos, son superiores en cualidades y atributos que ellos no tienen, de ahí que siempre vayan a salir en desventaja. La persona se acaba viendo frustrada y se siente incapaz de conseguir sus metas y, entonces, las frases de su diálogo interno suelen ser las del “no puedo, no merezco, soy incapaz”.

Otro diálogo interno sería el catastrofista. Esta persona interpreta que lo que está viendo fuera es horrible y empieza a hablarse a sí mismo, advirtiéndose de que va a surgir un problema muy grande y que será terrible todo lo que va a pasar. Esto le lleva a tener una percepción muy errónea y pensar que todo su futuro va a ser malo, por lo que su diálogo interno contemplará frases como “va a venir algo malo, no voy a ser capaz de hacerlo o va a ser horrible lo que me venga".

Encontramos también el autoexigente, cuyo diálogo interno es de agotamiento mental, ya que continuamente piensa que no va a ser capaz, situación que le genera un estrés crónico. La perfección le lleva a sentirse vencido ante cualquier error y, por lo tanto, llega incluso a paralizarlo. Muestra una alta intolerancia a los errores y se machaca y se agota porque no alcanza sus objetivos. Su diálogo interno sería el de “no soy perfecto, no soy suficiente, no ha sido como yo esperaba...".

Y el último diálogo interno sería el victimista, que se caracteriza porque la persona piensa que está sola, que nadie la protege y que está desesperanzada, llegando incluso a pensar que todos sus pensamientos y todo lo que se piensa de él es malo. Siempre siente pena, pero no hace nada por cambiar, en tanto que piensa que los demás son los que tienen que cambiar. Los pensamientos que le asaltan son algunos como que “nadie me valora" o "no le importo nadie".

Muchas veces este diálogo interno se pone en modo automático y no nos damos cuenta de los pensamientos negativos que nos estamos diciendo. Hay que pararse y la mejor manera de darse cuenta es a través de la emoción. Si tú te paras a escuchar tu cuerpo y a sentir, vas a ver que hay una emoción que te está produciendo malestar. Antes de esta emoción hay unos pensamientos que han sido anteriores, algo que te has dicho negativo. Al tomar conciencia y verlo hace que ya no estés ahí y los puedes modificar, habiendo una serie de preguntas que te pueden ayudar a modificarlos. Todo esto se haría con la restructuración cognitiva.

Preguntas, a nivel general, que se pueden hacer son: ¿qué es lo que te estás diciendo?, ¿estás con el juicio acusador? ¿te estás exigiendo demasiado? ¿la manera en que te hablas te ayuda o te hunde? ¿tienes alguna prueba de que lo que estás pensando es cierto? ¿cómo pensarían otras personas cercanas a mí sobre esta situación? y ¿qué utilidad tiene seguir pensando así?.

Es muy importante el como nos hablemos internamente, así como que nos tratemos bien. Háblate como si le estuvieses hablando a la persona que mas quieres.

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