El proyecto estrella de la Junta para crear empleo se queda sin su directora
Tras año y medio al frente del Parque Científico y Tecnológico de Aljaraque, María José García Prat regresa a Cepsa, empresa que dejó en 2007 · Su cese no será efectivo hasta que no haya un relevo
Se presentó como el proyecto estrella para generar empleo en la provincia a través de la innovación y cuando su andadura no llega a los dos años de vida y comienza a mostrar más dinamismo se queda sin la que ha sido su motor. María José García Prat deja la dirección general del Parque Científico y Tecnológico de Aljaraque (PCTH), impulsado por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, y la coordinación de la Oficina Técnica Huelva Industrial que asumió en septiembre de 2009, para regresar a la empresa en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional: Cepsa.
El cese en el cargo, que llega por motivos profesionales, si bien las fuentes consultadas niegan que la decisión tenga algo que ver con el desarrollo de su trabajo en el parque, no es inmediato y todo apunta a que no se hará oficial hasta que haya un sustituto para García Prat.
La decisión de abandonar el parque se conoce poco después de que la Junta de Andalucía y el Gobierno anunciasen una inyección de 36 millones de euros para la puesta en marcha de distintos proyectos en el PCTH. Era justo hace un mes, cuando ese mismo anuncio sirvió para que los miembros del consejo de administración del parque insistieran en la importancia de la iniciativa como motor de desarrollo de la provincia, que -subrayaron- ha comenzado a asentar el cambio de modelo productivo hacia una economía sostenible y basada en el conocimiento y la innovación.
Ese espaldarazo inversor se hacía público tres meses después después de que saliera a la luz el choque entre la Cámara de Comercio y los representantes de la Junta en Huelva a cuenta del Centro Innovador de Productos Agroalimentarios, impulsado por la institución cameral y uno de los proyectos estrella del PCTH. Las instalaciones para esta nueva planta cuya intención es pasar de la venta de productos (cítricos y fresas fundamentalmente) a granel a su comercialización una vez procesados (cortados y envasados al vacío) para mejorar la exportación, se financiarían en el 70% a través de fondos europeos, para dejar el 30% restante a la Junta de Andalucía. Hasta ahí no había incoveniente alguno, pero el problema llegó cuando el parque impuso un precio a la parcela que superaba en tres veces al precio del mercado, según manifestaron en su día fuentes de las cámaras de comercio. La Junta dio marcha atrás y ofreció una nave, que resultó no cumplir con los requisitos que los técnicos del proyecto entendían que se debían cumplir.
El problema continúa sobre la mesa mientras hay una negociación que sigue abierta, en la que ya poco podrá decir María José Gracía Prat.
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