Huelva

Ocho provincias, ocho cumbres

  • El club 'Camina o revienta' de Cartaya, dispuesto a subir los 8 picos más altos de cada provincia andaluzal picos alcanzados Los expedicionarios cartayeros han llegado ya a la cima del Mulhacén (Granada), el Cerro Bonales (Huelva), el Torreón del Pinar (Cádiz) y el Maroma (Málaga).

Ocho provincias, ocho cumbres es el sugerente nombre con el que los miembros del club de montaña 'Camina o revienta' de Cartaya han bautizado al ambicioso proyecto que iniciaron a principios de 2010 y que se centra en la ascensión a los ocho picos más altos de cada una de las provincias andaluzas. Una iniciativa que ya ha traspasado su ecuador y que, según señalan algunos de los responsables del club, como Manuel J. Andrade y Domingo Trasmonte, dos enamorados de los deportes en la naturaleza, "tiene como principal objetivo dar a conocer a los socios del club algunos de los mejores rincones naturales de Andalucía".

En este sentido, y dentro de la hoja de ruta que han diseñado para completar las ocho cumbres más altas de las ocho provincias andaluzas, recientemente realizaron el ascenso, (tras un primer intento debido a la adversa clima tología), a la más complicada a priori, que además se da la circunstancia de que es también el pico más alto de la península Ibérica, el Mulhacén. Es un pico que con sus 3.482 metros sobre el nivel del mar se encuentra en Sierra Nevada (Granada), concretamente, dentro del término municipal de Capileira. Para complicar aún más la hazaña, los expedicionarios cartayeros han ascendido este pico en una época del año en que su cumbre se encontraba cubierta por una blanca e intensa capa de hielo y nieve que dificultaba aún más si cabe su ascensión.

Una aventura, la del Mulhacén, que nada tiene que ver con la ascensión al pico más bajo de las ocho provincias, Cerro Bonales, ubicado precisamente la provincia onubense, en el término municipal de Arroyomolinos de León. Y es que éste, con apenas 1.050 metros de altura, supone frente al anterior un agradable paseo por algunos de los más bellos parajes del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Otros dos picos, también superados ya con éxito por este grupo de aventureros dentro del proyecto Ocho provincias, ocho cumbres han sido El Torreón del Pinar (1.654 metros), en la sierra gaditana de Grazalema, junto a uno de los pocos bosques de pinsapos que se conservan actualmente en Europa; así como el pico más alto de la provincia de Málaga, el Maroma (2.066 metros), ubicado en la sierra de Tejeda y Almijara.

El resto de cumbres, cuya ascensión completarán en los próximos meses son el Terril (1.129 metros sobre el nivel del mar), ubicado en la sevillana sierra del Tablón; el Tiñosa (1.570 metros) en la provincia de Córdoba, concretamente, en la sierra de Horconera; el Mágina, (2.167 metros) ubicado en Sierra Mágina (Jaén); y el segundo pico en altura de los ocho, el Chullo (2.609 metros), ubicado en la vertiente almeriense de Sierra Nevada.

No obstante, este grupo de amantes del riesgo y la aventura, curtidos ya en mil batallas por toda la geografía nacional como los Pirineos, la cordillera Cantábrica o el Sistema Central, entre otros lugares, en los cuales han practicado desde senderismo hasta espeleología, pasando por barranquismo, káyak, ciclismo todo terreno, escalada o descenso de rápidos; ya tiene marcado otro objetivo, aunque aún sin fecha concreta para su realización.

Se trata de traspasar las fronteras para afrontar el reto de llevar la bandera de Cartaya hasta los mismísimos techos de los continentes europeo y africano ascendiendo, en primer lugar, a uno de los picos míticos del planeta: el monte Kilimanjaro, de nada más y nada menos que 5.891 metros sobre el nivel del mar y situado en Tanzania; y, en segundo lugar, al Mont Blanc, el pico más alto de Europa Occidental con 4.810 metros, situado en los Alpes, justo en la frontera entre Francia e Italia, y tan sólo superado en el Viejo Continente por el Elbrus (5.642 metros), situado en la república rusa de Kabardino-Balkaria, en el Cáucaso Central, a 65 kilómetros de la ciudad rusa de Kislovodsk.

Y es que según los miembros de Camina o revienta, "nuestra sed de aventuras no tiene límites y otro de nuestros objetivos, al margen del ocio y el deporte, es transmitir el amor que sentimos por la naturaleza y el mensaje de que se puede disfrutar de ella sin que se note que hemos pasado por todos los lugares que vamos visitando".

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