La recién aprobada ley educativa –Lomloe– reconoce al fin una reivindicación de décadas de los profesores técnicos de Formación Profesional: la equiparación con los docentes de Enseñanza Secundaria. Para ello, los miembros de este colectivo, más de 550 en Huelva y 25.000 en toda España, deben contar con un grado universitario más el máster que habilita para dar clase o equivalente, es decir, las antiguas licenciaturas o diplomaturas. Más del 80% de estos profesionales cumplen este requisito, pero el 20%, no.

Este grupo minoritario dentro del colectivo entraría en un denominado cuerpo a extinguir que contaría con las mismas prerrogativas, incluido el sueldo, pero al que no se podrían sumar trabajadores con estas mismas características con el objetivo de que finalmente todo el colectivo cuente con el nivel A1. Sin embargo, existe una oposición a que este grupo se quede fuera de este ascenso al nivel A1, a pesar de no cumplir con lo que establece la ley educativa.

El asunto se ha encallado y la aplicación aún no se ha producido. Por ello, los afectados se han constituido en una plataforma, con más de 4.500 miembros, en la que denuncian que están “siendo rehenes y maltratados por una situación provocada por intereses partidistas y sindicales que nada tiene que ver con nuestro trabajo, dedicación y vocación por la enseñanza”.

En un comunicado difundido por la plataforma, defienden que han tenido que “cumplir con todos los requisitos que de ellos se esperaba para afrontar las exigencias del Ministerio de Educación y Formación Profesional” y sin embargo, “la Administración no termina de reconocerles el nivel en el que realmente deben estar”. Como consecuencia, prosiguen, “sus derechos son mermados y los profesionales discriminados”.

La nota recuerda también que imparten “clases teóricas y prácticas, igual que el profesorado de Enseñanza Secundaria”, por lo que lamentan que, algo que “viene a reconocer y a subsanar” la Ley Orgánica de Modificación de la LOE siga sin aplicarse. Es por esto que apelan “a políticos y sindicatos a que tengan presente que somos víctimas de una guerra de intereses que nada tiene que ver con nosotros, un profesorado bien formado y con vocación. Llevamos 30 años reivindicando esto que ahora nos reconoce la Lomloe”.