Antonio Luis Martín González implantó hace casi dos años en una de sus fincas un cultivo experimental de guayabas y ya las está exportando. Aún está en fase de prueba, pero sus primeros frutos tropicales ya salen a Europa, concretamente a París, y también a algunos mercados nacionales como Madrid o Barcelona, a los que envía aproximadamente un palé cada semana desde que inició la recolección de la fruta a finales del pasado mes de septiembre.

El agricultor cartayero se encuentra ahora en fase de estudio para analizar desde la presentación que el producto requiere para cada mercado, hasta aspectos relacionados con el manejo del arbusto como su poda o su cultivo bajo plástico y lograr un clima lo más parecido al subtropical. Igualmente, añade, estamos investigando hasta sus posibilidades y potencialidades gastronómicas o culinarias ya que la guayaba "es un fruto aún poco conocido en Europa, donde sus principales consumidores son personas procedentes sobre todo del centro y el sur del continente americano".

Y es que este agricultor tradicionalmente dedicado al cultivo de frutos rojos, siempre ha tenido muy claras las posibilidades que ofrece el campo onubense para la diversificación de sus producciones, y que, por tanto, al cultivo de berries, cítricos y frutos de hueso, podrían sumarse también las frutas tropicales.

Martín es propietario y gerente de Frutas Curi y ya fue en su localidad uno de los pioneros en el cultivo de la fresa y otros berries y ahora está inmerso en un proyecto de investigación de esta especie de arbusto tropical de la familia de las myrtaceae, procedente del Caribe, América Central, América del Norte y América del Sur.

Para ello, hace tres años llegó a un acuerdo con un profesor experto de una universidad cubana en este cultivo. Gracias a él puso en marcha la plantación que a finales del pasado mes de octubre comenzó ya a dar sus primeros frutos. Decidió iniciar esta aventura empresarial "por el convencimiento de este experto en las enormes posibilidades que ofrece esta zona de la provincia de Huelva para el cultivo de la guayaba", fundamentalmente por sus condiciones climáticas. La única diferencia en este sentido es que en Cuba esta fruta se cultiva al aire libre, y aquí en los meses más fríos del año es necesario el uso de invernaderos.

Como fruto del acuerdo entre ambos, el agricultor cartayero realizó la inversión necesaria para poner en marcha la plantación, mientras que el experto cubano aporta su experiencia y conocimientos en la materia.

La finca en cuestión ocupa una superficie de 1,2 hectáreas, y en ella se plantaron a principios de 2015 varios clones distintos de plantas de guayaba "con el objeto de experimentar y probar aquellas variedades que mejores resultados ofrezcan en cuanto a calidad y volumen de producción por hectárea". La iniciativa también sirve al emprendedor cartayero para analizar aspectos relacionados con la comercialización de la fruta en Europa, donde "por el momento está teniendo bastante aceptación".

La empresa cartayera está comercializando de forma experimental sus primeras guayabas a través de los mismos canales que utiliza para sus producciones de fresa, frambuesa y arándanos. "Si todo va bien la recolección se alargará hasta finales de diciembre o principios de enero, cosechándose entre dos y tres frutas por árbol y semana una vez éstas adquieren un peso de entre 120 y 140 gramos".

Martín tiene muy clara la necesidad de "diversificar el cultivo de la fresa por los varapalos del sector en los últimos años debido al monocultivo de esta fruta en Huelva". Por ello, apuesta por "incorporar productos subtropicales, una buena apuesta para esta comarca onubense, sobre todo por sus condiciones climatológicas". Tiene muchas esperanzas depositadas en ello, aunque también es consciente de que "hay que seguir invirtiendo en I+D+i para continuar avanzando en este sentido". No descarta seguir probando con otro tipo de cultivos novedosos en la zona, "pero siempre en el marco de las frutas tropicales", aunque "lógicamente" está a expensas de conocer los resultados de esta prueba con la guayaba".

Cuenta con algo más de cincuenta hectáreas de terreno cultivado, de las que dedica 24 al cultivo de la fresa, 8 al de la frambuesa, unas 10 al del arándano y 1,2 a su finca experimental de guayabas.