Cuando todavía permanece en la memoria de los onubenses el regusto amargo del caso Mari Luz, muerta a manos -supuestamente- del pederasta Santiago del Valle, un nuevo caso de posibles abusos a menores vuelve a estremecer a los vecinos de Huelva. El presunto pederasta fue detenido en la capital el pasado jueves por la tarde, tras ser delatado por sus hijas pequeñas, tal y como adelantó en su edición del domingo Huelva Información, supuestamente mostraba películas pornográficas a las menores, a las que amenazaba con un cuchillo para que hicieran lo mismo que habían visto, según informó ayer la Subdelegación del Gobierno. El detenido es F.B.A., de 34 años, denunciado inicialmente por su esposa por malos tratos, aunque en el transcurso de la instrucción de las diligencias policiales los agentes sospecharon que las niñas podían ser víctimas de abusos sexuales.

En su denuncia, la mujer, Ingrid Palma, manifestó que hace nueve años su esposo había mantenido relaciones con una prima que entonces tenía ocho años e hizo constar que, al parecer, una hija de un anterior matrimonio, de 13 años, había manifestado en ocasiones que su padre había pretendido tener relaciones sexuales con ella. Tras diversas conversaciones con la madre y otras indagaciones, la Policía pudo saber que en el domicilio vivían las dos hijas de la pareja, de nueve y diez años, y una sobrina de ocho, que en sus declaraciones manifestaron haber sido víctimas de agresiones sexuales. Estos abusos se habrían producido unas veces en zonas despobladas, donde F.B.A. las llevaba en su coche, y otras en el domicilio familiar, principalmente los fines de semana, aprovechando la ausencia de la madre, que salía a trabajar a un bingo de Lepe. Por su parte, el lunes la hija mayor del primer matrimonio del presunto pederasta acudió a los juzgados de la capital junto a su abuelo paterno, M.B., para negar las acusaciones que se han vertido sobre el detenido por abusar presuntamente de menores y que señalaban que ella y su hermana "sufrían abusos y malos tratos" por parte de éste. S.B. aclaró que no ha puesto "ninguna denuncia" porque su padre nunca la ha "tocado".

En el desarrollo de la investigación ha sido intervenido numeroso material informático para su estudio y dos cuchillos que supuestamente utilizaba para realizar sus amenazas. El detenido, tras prestar declaración en relación a los hechos con asistencia letrada, fue puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha decretado su ingreso en prisión.

En dependencias policiales ha quedado depositado un disco duro de ordenador para ser examinado detenidamente por los expertos policiales, mientras se investiga si otros menores podrían haber sido objeto de agresiones sexuales por este individuo.

Por su parte, la Junta de Andalucía aseguró ayer que "si fuera necesario", se haría con la tutela de los ocho niños que presuntamente han sufrido abusos por parte del padre y tío de algunos de ellos y actualmente, como en otros casos, estudia los hechos.

El delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, reconoció que la "primera prioridad" de la administración es "salvaguardar los derechos del menor, es prioritaria su defensa". En estos casos, según explicó, "suele intervenir la Consejería para conocer lo sucedido y ver si hay que hacer alguna resolución".

Según indicaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva a Europa Press, la Policía Nacional "está buscando a la hija mayor del detenido, que está en paradero desconocido".