El presunto pederasta agredía a las niñas en grupo en un descampado

La Policía sigue investigando la implicación de otras menores y cree probable que haya nuevas tomas de declaraciones · Las niñas declararon por separado y coincidieron en lo afirmado sobre el lugar

Vista del bloque en el que residen el detenido y su familia.
Vista del bloque en el que residen el detenido y su familia.
E.o./R.m.m./S.c. / Huelva

14 de agosto 2008 - 01:00

Los detalles sobre el supuesto caso de pederastia conocido a finales de la pasada semana siguen surgiendo y presentan un panorama estremecedor. El presunto pederasta detenido el pasado jueves llevaba a las niñas en grupo a un descampado con un edificio en ruinas y ahí las agredía. Al menos, eso es lo que han declarado algunas de las menores ante la Policía Nacional de Huelva, que continúa investigando si, tal y como han afirmado los niños que han prestado declaración, hay otros menores implicados hasta llegar o superar el número de ocho niños agredidos que denunciaba la pasada semana la esposa del detenido.

Hasta ahora han sido varios los menores que han prestado declaración en torno al caso, que si inicialmente se presentó como un asunto de violencia de género por el que fue detenido F.B.A., el día después se ampliaba a un presunto caso de abusos a menores. Dos de ellas son las hijas que el supuesto agresor, que permanece en prisión preventiva, tenía con la denunciante, mientras que otros niños que podrían haber sido agredidos son una sobrina de la pareja, una prima de la denunciante (con la que supuestamente mantuvo relaciones sexuales hace años cuando era menor de edad), dos hijas de su anterior matrimonio (una de ellas ha negado los abusos), otro sobrino y una amiga de una de las niñas. Varios de ellos ya han declarado y según confirmó ayer el jefe de la Brigada de Policía Judicial de Huelva, Francisco Durán, según las declaraciones "las dos hijas menores y una sobrina del matrimonio han sido objeto de agresiones sexuales".

Según explicó la Policía, las menores declararon por separado y describieron con detalle un lugar en el que supuestamente habían sido agredidas, un descampado con un edificio en ruinas. Las niñas fueron capaces de llevar a la Policía hasta el lugar, ratificando los agentes la coincidencia con la exposición realizada. De hecho, según Durán, "cuando se trata de una declaración de una persona, puede que mienta, pero es complicado en este caso por los análisis que se han realizado y por la descripción exacta del lugar de los hechos que aportan las niñas, el descampado donde las llevaba para cometer los presuntos abusos, lo que hace pensar que lo que cuentan es verdad". Las menores aseguraron que F.B.A. las llevaba en grupo a este lugar, aunque según las declaraciones también habría abusado de ellas en su propio domicilio, donde residen junto a los padres de su esposa, aprovechando que ésta trabaja por la noche en un bingo de Lepe.

Las pequeñas también aseguraron en su declaración que su padre y tío les ponía dibujos animados con contenido erótico "y les obligaba de alguna manera a hacer lo mismo que las imágenes". La Policía aún tiene que estudiar el material informático que fue intervenido junto a dos cuchillos con los que podría haber amenazado a las menores "tanto para conseguir sus fines como para evitar que contaran los hechos a los familiares". De hecho, la familia aseguraba no tener sospechas de que se estuviesen produciendo abusos sexuales sobre los menores, hechos por los que F.B.A. permanece en prisión preventiva mientras se desarrollan las investigaciones.

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